Ya empezamos de nuevo. No es todavía presidente del Gobierno de España -lo es en funciones- y ya está maquinando Sánchez el reinicio, a luces vistas, del "diálogo" con los golpistas, secesionistas, separatistas y demás delincuencia. Que se sepa, Sánchez dejó el diálogo con los delincuentes estos -o más bien hizo un paréntesis, eso trata de aparentar- por los períodos electorales recientes. Pero, sin disimulo ni vergüenza va, y anuncia un nuevo e intenso diálogo a través de las embajadas y consulados españoles por el mundo.