Pos
sí, pos sí. El atrevimiento de Marta
Sánchez de cerrar su recital aniversario de treinta años en la música con
el Himno nacional le ha resultado
todo un éxito. Ni ella se lo esperaba; es más, para nada le habrían sorprendido
las críticas, de haberlas habido. Está exultante la “cantanta”. El público
asistente y el público video oyente, también. Marta, sin quererlo, pero
atreviéndose a ello, expresó y recogió desde el Teatro de la Zarzuela el sentimiento de millones de españoles,
hartos ya de tanto escarnio contra los símbolos de España.