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Este ministro, Garzón, el comunista de Consumo, es de los que si nace más tonto no nace. O sea que es de los que se encuentran en el limbo de los gilipollas del país, donde se aglutinan y se aglutinan, cada día más, a diario. Los gilipollas, me refiero. El verdulero este, que ni tan siquiera es vegetariano, nos viene a echar en cara que comamos la carne que se vende en los supermercados, la carne barata, proveniente de macrogranjas, que "llenan las tripas de forma rápida, saciante y económica", Que no, que no la comamos, que para eso están las verduras.¡Mecagüendiez duros! Que nos dé él la pasta para comprar la carne más cara, que no tendrá tripas y nos irá llenando lentamente. ¡Digo yo! O esa solo está reservada para los bolsillos llenos como los suyos. Los que tenemos menos, a jodernos. A verdura limpia, al menos se supone, que lo esté.
Desde luego, el comunista nefasto se ha puesto, como se podrán suponer, a todo el sector cárnico del país en contra. Los ganaderos, junto con los empresarios, los distribuidores, de los supermercados, deberían emprender acciones legales contra el ministro Garzón, porque está difamando a los dos sectores, al productor y al vendedor. De paso, le dan un poquito de carne, a ver si le reactivan las neuronas y dejar de pertenecer a la era de los neardental. Vamos, que hasta su propio compañero de Gabinete, Luis Planas, el de Agricultura, Pesca y Alimentación considera "fuera de lugar" las afirmaciones de Garzón y su campaña Menos carne, más vida. Se ha mostrado indignado el de Agricultura, porque afirma no haber tenido un conocimiento previo de la susodicha campaña.
Hasta el propio Sánchez ha salido a ridiculizar a su ministro comunista, que no da una y siempre la caga. Como hizo con su campaña de el azúcar mata o como cuando en pleno confinamiento declaraba eufórico que la asistencia a las casas de apuestas era prácticamente nulo. ¡No se había enterado el mastuerzo de que estábamos confinados! Pero, no podía faltar en esta polémica, ridícula la intervención del perejil que está en todos los guisaos, García Page, quien está convencido que en Madrid se dice muchas tontás por parte de la clase política, que no se entera -es el caso de Garzón- de lo que que es este país.
Pero, miren, de la gilipollez a la realidad. Todo es una pantomima, una cortina de humo. Y Garzón un tonto útil, que hasta confiesa que su campaña contra la carne la conocía todo el Gobierno y que en el Gobierno se trabaja de manera coordinada. En efecto, es lo único sensato que ha dicho el comunista Garzón. El desaguisado que ha armado estaba previsto. El genio de La Moncloa, Iván reondo, lo tenía todo atado y bien atado. Las declaraciones de Garzón significan un ataque frontal a un sector importantísimo de la economía española, al que se iba a poner en contra, al sector, a los vendedores y a los consumidores. A todos juntos ha menospreciado. Ha tenido que salir el jefe a defender un buen chuletón en su punto. Pero, curiosamente, en su Agenda 2050 está previsto prohibir comer mucha carne. Lo dicho, una pantomima.
Lo que en realidad se esconde detrás de esa cortina de humo es la situación crítica a la que está llegando el gobierno de elPrepotente. La gente está más que hasta los güevos de todo lo que se está sucediendo con los golpistas y lo que se prepara con la próxima ley de Seguridad Nacional y la grave situación de la pandemia y de la economía hecha unos zorros y de los presos etarras.
Lo de Cataluña resulta insoportable. No se entienden los indultos a los delincuentes golpistas, a los que atentaron contra la integridad nacional y que ya preparan con tiempo y dinero del contribuyente otro Golpe, pero para no fallar. No se entiende que elPrepotente retire de la causa abierta por el Tribunal de Cuentas a la Abogacía del Estado con el ridículo argumento de que el dinero que se les exige a los golpistas es dinero de los catalanes y que tienen que ser ellos los que lo resuelvan. Mentira. Es un dinero de todos los españoles.
Tampoco se entiende una Mesa de diálogo con los golpistas, en la que se van a tratar asuntos como la amnistía -para que regrese elPuchi y no sea juzgado- y un referéndum pactado para la autodeterminación de Cataluña. Como no se entiende el que elPrepotente esté estudiando la manera de que regresen a Cataluña las más de seis mil empresas que abandonaron esa comunidad cuando los sucesos de UnoaCero y la delectación de independencia. Pretende Sánchez colmarlas de parabienes económicos para que vuelvan a donde estaban. Pero, eso es una discriminación y un desprecio a todas las del resto del país. No se comprende que día tras día la televisión pública RTVE nos bombardee con informaciones falsas, manipuladas, para blanquear a los delincuentes golpistas, mientras la televisión pública catalana vitupera continuamente a España y a los españoles. No se entiende. Hay mucho cabreo. Pues, eso.