Lo mismo sucede
en el “metro”, parece que está ya repleto, que no cabe ni tan siquiera un
palillo, y, ¡zas!, llega el último corriendo, da un empujón y se hace sitio. Lo
mismo, ya digo, con esta España
nuestra, donde parece que no hay ni un hueco para otro gilipollas más, cuando
llega, empuja y entra. Y aquí lo tenemos. El gabacho Valls, que se cree que viene del más allá, otro iluminado, y
propone que Barcelona comparta la capitalidad
de España con Madrid. ¡No sabe el
gabacho ni dónde vive ni alcanza a saber la longitud de su propuesta! Luego,
insta a los Ciudadanos a que le hagan un “cordón sanitario” a Vox.