Estaba el
presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, triste y meditabundo
porque no entendía lo que quería decir el nuevo líder de laPesoé, elPedroQué, con
eso de la plurinacionalidad, que, a su vez, asumía del su ínclito amigo
podemita elPabloManué. Desde luego,
nada halagüeño se podía prever del palabrejo, viniendo de menudos dos pájaros.
Pero, bueno, ahí quedó para que un buen “desenredador” de palabras que buen
desenrredador sería las desenredara.