Ya
han pasado varios días desde que nos enteramos de que el secretario de Organización de los podemitas explotó
laboralmente durante algo más de un año a un asistente suyo, y todavía no ha
tenido la gallardía y la valentía de dimitir. Es más, nos ha obsequiado con un
panegírico, por cierto infumable, en el que aprovechaba para insultar a “toquisqui”
que lo criticaba. Si es que hasta los impresentables de “Público” le han pedido que dimita. Pero, él nada, erre que erre,
que él tiene en sus adentros mucho amor, pero el que se le mueva la lleva
clara, como en la mili.