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sábado, 19 de diciembre de 2020

Gilipollas, hasta en el Parlamento de la Unión

Pues sí que son pacatos, o sea miedosos, estos europeos del Parlamento de la Unión. Pacatos, pueblerinos y, lo que resulta del todo insoportable, analfabetos. Era lo que nos faltaba por ver: se niegan a colocar un "Belén" -además, regalado por una diputada española, pepera para más detalle-, porque puede resultar ofensivo. ¡Mecago en la leche! Si es que no vamos a poder ni abrir la boca, porque hasta nuestra respiración puede resultar ofensiva. Y esa negativa procede del Parlamento Europeo, influida por el miedo que los de la derecha le tienen a los de la izquierda, que se piensan que son el ombligo del mundo y que todo lo que suene a cristiano es ofensivo.

Coño, si se sienten ofendidos por la colocación de un Belén, que se lo coman con patatas. Si se habla de Mahoma y ramadanes o del año nuevo chino que corresponde con cualquier animal, no pasa nada. Son tan ignorantes estos del Parlamento Europeo que han prohibido la colocación del Belén que no saben que Europa es cuna del cristianismo y que esta religión es la que más se profesa en toda la Unión. Y para el que no le gusta la religión no debe olvidar, ni mucho menos, que las Navidades, el Belén y todo lo que rodea a estas fiestas son una tradición y cultura europeas. Por si acaso.

No son, como quiere hacernos creer el socialista Sánchez, unas fiestas del afecto. No. Son las fiestas de Navidad. Aquí y en el resto de Europa. ¡A ver si se enteran de una vez los gilipollas que han prohibido colocar el Belen! Que no, hombre, que no. Que ya está bien de aguantar estupideces de estos analfabetos de la izquierda, que si por ellos fuera colocarían a la entrada del Parlamento Europeo unos bustos de Lenin y Stalin, al estilo de los leones de la entrada al Congreso de los Diputados español. ¡Menudas dos fieras asesinas! A esos, a esos que adoran a esas dos bestias criminales es a los que le tienen miedo en el Parlamento Europeo.

Muy ligados con esos comunistas -a los que no hay que olvidar, de los que hay que tener memoria histórica- están ligados los comunistas de España, los de elVicedos, el payaso comunista. Tienen mala baba esta gente, y suerte de toparse con un donnadie que los ha elevado a donde jamás esperaban llegar, al Gobierno de España. Estos son los que han aliado a los separatistas, golpistas y terroristas en torno al socialista Sánchez. Ahora se le han subido a la chepa -o no- y todo el día, en vez de trabajar -el trabajo no está hecho para ellos- están metiendo ruido y los perros en danza. No hacen más que ladrar, al estilo dóberman.

Ya ha vuelto, y de manera insistente, el payaso comunista a ladrar. Está empeñado en que España sea como lo de tronos y reyes, es decir lo de Juego de Tronos y quiere ser el "prota" a toda costa y llevarse a las chicas y esas cosas con la que sueñan los púber. Y de aquí a la noche del 24 -la de esta noche es Noche Buena y mañana Navidad- nos va a dar la murga con que los españoles queremos una república -sí, de mierda- y no una Monarquía. Y vuelta la burra al trigo. Lástima que siempre estén ahí, haciéndole caso, los plumillas estómagos agradecidos para convertirse en el eco de la voz del payaso comunista.

Y luego va el tontorrón de Ábalos, que es el secretario de de Organización de laPesoé y ministro de los Transportes, y justifica al payaso comunista al asegurar que sus afirmaciones son "juicios de valor y opiniones". ¡Manda güevos! No se sabe  quién es más imbécil si el uno o el otro. O los dos, en grado sumo.