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jueves, 5 de diciembre de 2019

Los chorizos, a curar en la calle

Nos amoló, pero bien "amolaos", el juez Marchena. Nos despistó a todos -por no decir nos mantuvo engañados- durante el proceso a los chorizos catalanes golpistas. Claro, hombre, por buscar la unanimidad de los miembros del tribunal en la sentencia le dieron por donde se comienzan los sacos al juez instructor, del caso, Llarena, a los cuatro fiscales del Estado que intervinieron en el juicio y, por supuesto, a la ciudadanía: nos hundió en la miseria moral. Para que en Bruselas no le dieran la bulla, Marchena rebajó la calificación del delito de Rebelión al de Sedición. En total, ni cien años suman de prisión para todos los culpables. Por esto los vándalos de los Cederrés mantuvieron Cataluña en jaque durante más de una semana, en la que ardió Barcelona.