Aquí se consuma la venganza del expresidente pepero Rajoy. Él sabía que esto iba a suceder, sin duda, y prefirió tomarse unos cuantos "yoniuálqueres". Salud. No quiso convocar elecciones cuando, al menos, algo podría haberse salvado, Puede que se carcajee Rajoy desde su notaría, embolsándose pasta gansa, viendo cómo a los españoles que les dieron entonces su confianza les comen las entrañas una Pesoé podemizada, aliada de los comunistas podemitas, y los secesionistas golpistas a los que Sánchez ha dado la libertad de adueñarse de la calle y, si no los para, de España también.