Cada
día nos trae un nuevo amanecer. De cajón, seguro. Pero mejor eso que
encontrarnos con cantidad de chuminadas, oigan, que es cada día haberlas haylas
más. La última, la que nos faltaba, la de los bomberos toreros catalanes ellos.
Para entrar a formar plantilla de los apaga fuegos de la Generalidad hay que estar en posesión, al menos, del certificado
que acredite que el aspirante sabe hablar el catalán a la altura del nivel de
un nativo de la tribu.