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Vale , que sí, que lo lógico es que el jefe se rodee de la gente de su confianza. Eso es lo que ha hecho, ni más ni menos, el nuevo presidente de laPepé, el gallego Núñez Feijóo. Otra cosa es que con los nombramientos de la cúpula del partido o, como se dice en los términos políticos, núcleo duro, haya podido contentar a todas las familias del grupo. Por supuesto que no. Se ha inclinado por sus conocidos gallegos, normal, porque con él estaban en el gobierno de Galicia, y son de su total confianza, pero también se ha traído para Madrid a Bendoo, hombre de la máxima confianza del presidente andaluz. No es que se haya enemistado ya con la presidenta de Madrid, Ayuso, pero no debe estar muy satisfecha esta facción con lo del control territorial.
Vamos a dar el margen de confianza de los cien días, para ver si Feijóo con su secretaria general, Gamarra, y el coordinador Bendoo, además de González Pons -que qué es lo que ve en él el nuevo presidente--, como vicesecretario de relaciones institucionales e internacionales, como los puntales del partido, ha acertado. Ahora vienen los rigores del momento: visita al Rey y encuentro con elBandido Prepotente. A ver qué primera trampa le tiene preparada elBandido al gallego. Pero, ojo, que este no es Casado, que este es gallego. A ver quién se la cuela a quién.
Ya lo ha visto Feijóo, y ya puede comenzar a preparar medios. Hoy ninguna televisión ofrecía en directo su presentación de su núcleo duro. Excepto el canal 24H y Youtube ninguna cadena de las importantes se hacía eco de su intervención. Luego, sí, en todos los informativos, pero sin abrirlos y tampoco sin mucha profusión de detalles. Algunas destacaban más que el nuevo líder de la derecha iba a ser recibido por elBandido Prepotente que los nombramientos de vicesecretarios del partido. Así que, ya sabe, manos a la obra y a trabajar, pero mejor con medios afines que den a conocer el trabajo y destapen los escándalos, que los hay de los dos partidos de la coalición del gobierno: socialistas y comunistas. Los queremos saber.
Y continúa la guerra en Ucrania, más bien la invasión cruenta de los comunistas rusos, liderados por el loco criminal Putin. Es el comunista un tipejo que ya tenía que haber sentado la comunidad internacional en el Tribunal de la Haya por crímenes de lesa humanidad. Resulta muy difícil asumir desde occidente lo que está sucediendo en ese país, lo que está aconteciendo en Ucrania por la voluntad malévola de un loco comunista. No es asumible que nadie pueda parar esta barbarie, con saña, que ha iniciado el comunista. Tiene que haber alguna manera de parar esto. Aunque sea el Santo Padre, que vive en Roma, que se vaya en avión a Kiev y rete al loco a disparar. Algo hay que hacer. O que los comunistas españoles, como el payaso comunista, la niña de la curva ,laBelarra, o la de Igualdad, laMontera, o Yolanda Díaz o el inepto ministro Garzón le digan al asesino loco comunista que pare, que para eso ellos lo han apoyado; pero, que, ahora, pare ya.