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martes, 22 de febrero de 2022

Ahí no termina todo

No le hace falta oposición a elBandido Prepotente. Solo con salir a la calle, se la encuentra. En esta ocasión en Don Benito, Extremadura. Vamos, que no tuvo un recibimiento en olor de multitudes; más bien, todo lo contrario, hasta tal punto que la policía se tuvo que emplear a fondo para contener a los que se manifestaban en contra de elBandido. Y eso que Extremadura es bastión socialista. Se encontró en las calles de Don Benito con más oposición que la que mañana va a tener en el Congreso, una oposición desquiciada, tras las guerras fratricidas en laPepé, hasta el momento de Casado.

Es probable que el líder popular intervenga en la sesión de este miércoles en la de Control al Gobierno de España; de momento, nadie ha dicho que no lo vaya a hacer. Es probable que anuncie, a la vez, su despedida y dimisión, porque ya ha convocado un congreso extraordinario del partido. Su pregunta al socialcomunista presidente Sánchez irá referida a su alianza para mantenerse en La Moncloa con comunistas, golpistas, independentistas vascos y terroristas de ETA, y esperará sin duda el aplauso de los suyos en el Hemiciclo. Será un pleno traumático, sin duda, para él, que se ha visto obligado a dimitir -todavía no lo ha hecho de facto-, una vez que su secretario general, anunciaba la suya esta misma tarde, mientras que el portavoz nacional del partido y alcalde de Madrid, Almeida, lo hacía por la mañana.

Casado se ha ido quedando más solo que la una, a medida que pasaban los días y la crisis se agrandaba en el partido. A nadie se le oculta que esta guerra cainita ha provocado bandos irreconciliables o muy difíciles de juntar. Esa es una labor, quizá la primera y más urgente, que ha de abordar quien asuma la sucesión de Casado, quizás el presidente gallego, Feijóo, quien todavía no se ha presentado como candidato y ya sufre los embates de los golpistas catalanes recordándole sus viajes en barco con narcotraficantes. ¡Pues que se ate bien los machos! Va a tener oposición dentro y fuera del partido, con el agravante de que a la menor se le pueden subir a las barbas, como le ha sucedido a Casado, si no actúa en su momento con la firmeza requerida. Pero, eso es cuestión de futuro, el presente lo estamos viviendo.

Pero, todavía falta por dilucidar el pasado. De dónde vino o cómo se gestó la crisis de laPepé, es importante saberlo, para que no vuelva a suceder. Todo comenzó con la denuncia pública de la presidenta de Madrid, Ayuso, sobre un supuesto espionaje contra ella y sus familiares -en concreto contra su hermano Tomás y las comisiones- promovido desde su propio partido, más en concreto acusó de ello a Casado. A partir de ahí, comenzó el desarrollo de un guion urdido por una mano negra y que todos apuntan al asesor de Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez (MAR). Los informes que utilizó Casado procedían de La Moncloa, lo fueron a cambio de entregar laPepé el Tribunal de Cuentas a laPesoé para beneficiar a los golpistas catalanes, para que fuera el Generalidad la que pusiera los avales que les exigía el Tribunal por los dineros gastados en el Golpe de Estado.

Son muchas las incógnitas a resolver. Y hará falta mucho tiempo para aclararlo todo. Lo que sí parece vislumbrarse es que en esta guerra hay dos claros ganadores: laPesoé-Sánchez, y la presidenta Ayuso, por los movimientos en la sombra de MAR. Y dos perdedores: Casado y laPepé. Si se demuestra que Casado vendió el Tribunal de Cuentas por un plato de lentejas, mejor que se vaya definitivamente del partido. Si se demuestra que el inquilino de La Moncloa facilitó informes confidenciales -y para más coña insuficientes sobre el hermano de Ayuso- debería ir haciendo, igualmente, las maletas.