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Vamos, que nos vamos, que comenzamos bien la semana, conociendo que hasta el presidente del Gobierno de España, elBandido Prepotente, y la ministra de la Defensa, Margarita Robles, son susceptibles de ser investigados, o mejor, espiados como cualquiera de nosotros, aunque cualquiera de nosotros somos invisibles para los que espían, es decir que no somos nadie y nuestro teléfono es como si no existiera. Sin embargo, alguien, alguno, alguna vez sí que ha podido acceder a los teléfonos de estos dos personajes, claves para la seguridad y la integridad del Estado.
Ahora que, dadas las circunstancias, son muchas las incógnitas que se plantean al respecto. Porque, se da la circunstancia de que el Gobierno ha dado a conocer el espionaje a Sánchez y a Robles justo cuando se celebra el Día de la Comunidad de Madrid. Y ya saben que lo de Madrid es obsesivo para elBandido y capaz es de cualquier cosa con tal de chafar la fiesta a la presidenta pepera Ayuso y a los madrileños que lo dejaron en ridículo porque no votaron a laPesoé. ¡Con lo agradecido que tenía que estarle a la pepera, que lo libró de su vicepresidente comunista, el payaso de Galapagar!
Pero, qué quieren que les diga, es que también se da la circunstancia del presunto espionaje por parte del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) a los golpistas catalanes. Y, claro, conociendo el altísimo grado de narcisismo de elBandido Prepotente, no podía él ser menos que los golpistas, sus aliados, a los que indultó, y no ser espiado. O, como se puede suponer, porque siempre utiliza la misma y manida técnica, se ha plantado una cortina de humo para restar importancia al presunto espionaje a los catalanes.
En cualquier caso, el asunto reviste gravedad. Lo que aquí sí sabemos, porque lo ha dicho Bolaños, es que el espionaje parece cierto -aunque se haya hecho público ahora, como decíamos, para plantar una cortina de humo- y que al presidente le han robado más de dos gigas de información, que, esperemos no sea sensible, y unas cuantas megas a Margarita. Por contra, los golpistas solo han denunciado supuestos espionajes, sin demostrar nada en absoluto, pero sí culpando de ello al CNI. Pero, sin demostrar absolutamente nada. Sin embargo, el Gobierno no acusa, de momento, a nadie. Pero, tampoco podemos descartar que hayan podido ser los rusos -socios de los golpistas catalanes indultados- o el propio gobierno catalán, por medio del mismo programa que dicen ellos que los han espiado, el famoso Pegasus, que Israel vende solo -eso dicen los israelíes- a gobiernos de países.
Así que entramos en una nueva serie en este país repleto de capítulos seriados. Desvelar el final corresponde a los guionistas, que tienen abiertos varios posibles. Si el CNI ha espiado al presidente del gobierno y a la ministra de Defensa, de quien dependen estos servicios secretos, el asunto es gordo, gravísimo. Si los que espían son los rusos con el conocimiento de los delincuentes catalanes golpistas, tenemos conflicto internacional a la vista y una buena razón para mandar de nuevo a prisión a los indultados. Y si Israel ha vendido a los golpistas el programa Pegasus sin habérselo comunicado al gobierno español, entonces apaga y vámonos. Ahora sí que tienen que rodar cabezas de manera inexcusable.