Es
que parece como que si no se mueven los del Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE) -y alguno que otro más- los que tienen que hacerlo ni se
dan por aludidos. El tiempo vuela y los plazos también. Por eso, hay que tener
todo preparado para cuando llegue el momento poder presentar todos los recursos
que sean posibles y necesarios para impugnar la candidatura del etarra Otejjji a la presidencia del País Vasco. Las elecciones autonómicas
están a la vuelta de la esquina, y el menor descuido puede permitir que un
dirigente etarra llegue a presidir el gobierno vasco.