Rajoy, como el Rey, se reúne con el delincuente Mas

El presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, compartió el viernes servilleta y mantel -es un decir, porque seguro que cada uno utilizó la suya; hombre, hasta tanto no llega la austeridad, aunque fueran de papel- con otro presidente -pero, menos, porque este es delincuente-, el de la Generalidad de Cataluña. No crean -chulito él- se hizo de rogar el catalán, que hasta última hora no confirmó la asistencia al almuerzo. Y, eso, porque no siendo que toque  volver a pedir "pelas" -que lo hará- y me vaya a costar caro el desaire y, de paso, me ahorro pagarme una comida. Todo sea por hacer honor a la Patria.
Mientras el presidente Rajoy  y el primer ministro francés, Manuel Valls, inauguraban la interconexión eléctrica -la más importante del mundo en este tipo- entre los dos países, a través de los Pirineos, el otro presidente, el de la región catalana proclamaba el Año de las Bibliotecas en la Generalidad. Es que deben tener una en cada rellano de la escalera y el delincuente es muy ilustrado. Hasta se llevó lo del archivo de Salamanca ´¡alcalde charro, cagueta!- lo que era y lo que no era, y ahora no quiere devolver lo que no es suyo, más que nada porque todavía no lo ha leído todo; luego, ya veremos. Enfadado estaba el tipo -sería que ya le entraba la gazuza-, y no se le ocurrió otra cosa que decir que agresores de muchas épocas han procurado romper las piernas de la identidad catalana. Genial. Ni el propio Cervantes -por cierto, también dijeron, acaso, que era de "pallí", el escritor, me refiero- lo habría expresado mejor, ni con tanta contundencia. Sólo le faltó añadir -como al otro ilustrado de Podemos- que toda su vida han sido unos quijotes y nada más que unos quijotes, coño.

Pero se pensaba el delincuente que se la iba a pegar a Rajoy. Éste se las sabe todas, es más listo que Lepe, y ya en el acto de la inauguración del túnel aseveró que el tal proyecto -hecho ya realidad- respondía «al ideal europeo de derribar fronteras, artificiales o naturales, y no erigirlas, agregar en lugar de desagregar, unir y no desunir, cooperar en lugar de enfrentar, y conectar en vez de desconectar». Toma ya. Así cualquiera. Estoy convencido de que era una indirecta -pero clarísima, no creo que se me pueda negar- para los secesionistas catalanes. Pienso. ¡Dios, si es que cuando Rajoy quiere, es que es la leche! Mensaje subliminal, donde los haya, y no esos de  CocaCola. Ahí se ve la mano alargada de Arriola.

Ya ven, si uno la largaba el otro la contralargaba, y eso que estaban separados. Pero es que esto es como en el fútbol: te doy una patadita; no importa, te la devuelvo. Luego nos vemos en el "cumple". Luego todo se sabe, que hay unas tecnologías muy avanzadas.

Así que lo celebraron en la Peralada, en la Gerona española. Sí se vieron en un  almuerzo, que dicen que fue correcto. Está claro que no se iban a tirar con migas de pan, y luego a disimular; aunque, lo más seguro es que quién sabe. Porque el estar sentado para comer al lado de un delincuente secesionista -ninguneando a todos los españoles-, se puede esperar cualquier cosa. Vale. Seguía el ejemplo del Rey, que, desde que es Rey y reina, ya ha viajado en varias ocasiones a Cataluña, en una de ellas para hacer de chófer del que quiere arrebatarle parte de su Reino. Lo que hay que ver, el que lo quiera; el que no, que no mire.