Uno de cada cuatro productos básicos escasea en Venezuela. Mi Dios, si es que no hay ni pañales para los niños, ni se encuentra un mal papel higiénico -aunque sea de lija, figúrense- para que los venezolanos puedan limpiarse un poquito el serete. La higiene -y muchas más cosas- comienza a preocupar en el país que gobierna Maduro, y el presidente de la patronal cree que la reserva de productos básicos no va a llegar ni para cuarenta días. Las filas que se crean a las entradas de los supermercados recuerdan a las que hace años se originaban en los de la comunista Unión Soviética (URSS).
No se crean, esto no es el despertar de un mal sueño, no. Esto es a fecha de hoy, en la que fuera una rica nación, Venezuela, donde además de la escasez de productos básicos -no decimos ya de otros- persiste la nulidad de derechos humanos, donde los líderes de la oposición son encarcelados, junto a los periodistas que denuncian -o más bien lo hacían, hasta que los han silenciado- todas las barbaridades que se están produciendo en el país, bajo el régimen brutal de Maduro, heredero, por obra y gracia, del deleznable Hugo Chávez, el del ¡Exprópiese! o ¡Por qué no te callas!
A nosotros, de aquí, de la España, nos podría resultar de pesadilla si los de Podemos tuvieran ocasión de tocar poder. De sobra es conocido lo destacados y aventajados alumnos que fueron de Chávez -del que recibieron buenos y suculentos aguinaldos en metálico- los dirigentes de este nuevo partido nacido apenas hace un año, que está rompiendo a la izquierda y que algunas encuestas dan como vencedores en las próximas elecciones. Han sido, también, buenos socios del régimen de los hermanos Castro -país, Cuba, defensor de las libertades ¡y un carajo!- y no desprecian la ayuda del gobierno iraní -régimen del que dicen cuelga de las grúas de las construcciones a los homosexuales- para sufragar sus producciones televisivas. Menudo combinado: ¡Oído, cocina! Pero, hay más: aparte de las facturas (con o sin iva) de sus empresas -que esa es otra-, también el jefe, "el barredor", Pablo Iglesias, es muy amigo de los de Bildu y Sortu, los que mandan en la banda de asesinos mafiosos etarra, que hoy han hecho participado en un acto homenaje al fallecido asesino Bolinaga y pedían "derechos humanos. Solución. Paz. Presos enfermos a casa (los suyos). Fin de la dispersión". Por pedir que no quede. Vaya cara. Pero ahí siguen. Todos ellos, tan amigos. Y más: que a "el barredor" le molestan los medios de comunicación privados, pues exprópiense, y eso que son lo que lo han aupado a él, cuando se dio a conocer a través de "Intereconomía".
Los del pesoé, sin reaccionar. Pedro -¿que?-, hoy en Cataluña, sigue diciendo que su partido es el mejor, que él es el mejor, que los mejores ganarán, es decir él y el su pesoé y que los de Podemos mienten más que hablan, y en eso último no se equivoca, no. Pero "el barredor" sigue riéndose, comiéndole los piñones, y luego le robará la cartera. Si no, al tiempo. De hecho, ataca más al podre hombre del pesoé que a los del pepé. Normal, lo quiero todo por la banda izquierda.Y la que se está empezando a cabrear es la de Andalucía, la "presi" Susana Díaz, que ya empieza a amagar con adelantar las elecciones en su feudo.
Y los del pepé, pues tan contenticos, como si la cosa no fuera con ellos, que Mariano Rajoy sabe muy bien lo que hace y lo tiene todo "atado y bien atado". Mientras le demos a "el barredor" su espacio en los medios públicos, no hay de qué preocuparse. Sí, sí, él que se fíe de la Virgen -el del pepé- y que no corra, no se apure, pero como nos cuelen el régimen chavista luego nos reímos todos, si le parece.
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