¡Toc, toc, toc! Las posibilidades de que alguien abra esta puerta cuando se
llama a ella vienen a ser casi las mismas de que nos toque “La Primitiva”. Pero no crean que es
porque los miembros de la Comisión
Antiviolencia no oyen; no, no están sordos. La clave está en que no saben
que con dar media vuelta a la llave el pestillo cede y el paso queda expedito. De
cajón. Pues, eso. Ha tenido que ser la UEFA,
el organismo internacional del fútbol, quien le abra un expediente al Barcelona del fútbol, nada más y nada
menos que por la presencia de banderas independentistas y cánticos del mismo
signo en la final de la Champions.
Desde luego que no deja de llamar la atención la apertura del expediente y
que sea la UEFA su promotor y que
sea porla presencia de “estrelladas” en un campo de fútbol, lo más alucinante
es que el encuentro en el que participaba el Barcelona era la final de la Copa de Campeones, que se celebró el
seis de junio en Berlín; no en España, no, repito, en el Berlín de las
alemanias. Puff, más de sesenta mil euros de multa se llama la broma y el
posible cierre de alguna zona del Campo
Nuevo en alguno de los partidos de la Copa
de Europa.
Como no podía ser de otra manera, la Generalidad
de Cataluña califica de “extremadamente grave” el expediente de la UEFA,
porque, como siempre en estos casos, para los catalanes independentistas
estamos hablando de “la libertad de expresión que debe presidir todas las
manifestaciones”. Insisten los de la Generalidad en que estas cosas se viven
con normalidad en Cataluña y que forman
parte de “la libertad de expresión”. Ala, ya estamos con más de lo mismo. Y
más, porque el aspirante a presidir el Barcelona –de cuyo nombre no me quiero
ni acordar- parece que puede prometer y promete que la “estrellada” seguirá
estando presente en el campo de fútbol si él sale elegido. Con lo cual, ya
tenemos, allí, otro delincuente al canto, que, consecuentemente, tendrá que
liberar al equipo de jugar la “liga”
española. Digo yo.
En fin, habrá que instar a la UEFA, por si acaso fuera de su competencia a
que eche un vistazo a las grabaciones existentes, desde todos los ángulos, a la
“pitada” al Himno Nacional de España
en la final de la Copa del Rey, en
el Campo Nuevo del Barcelona. Sí aquel partido al que asistió el monarca y para
el que fue una gran satisfacción –como él mismo reconoció después- para el
delincuente Arturo Mas, que, vaya
hombre, no podía ocultar la sonrisa.
La propuesta a la UEFA es lógica y más que razonable, viendo lo que no
vemos; quiero decir que parece que la Comisión Antiviolencia, la de España, ha
hecho “mutis por el foro”, y ahí os quedáis. Porque, vamos, ya han pasado un
“mo” de días desde que se celebrara el partido de la famosa, inolvidable y
deleznable “pitada” y seguimos sin tener unas conclusiones de este organismo,
aunque sean para bien, leche, dependiendo, claro, de a quien puedan beneficiar
o perjudicar. Por lo menos, sabríamos a qué atenernos, a la vez que los
integrantes de la Comisión justificarían los sus dineros a percibir. Pero, no, han
tenido que ser los de la UEFA los que, implícitamente, les han abierto el
camino y dicen que no nos engañemos, que eso no se puede camuflar en la
“libertad de expresión” y que, cuando menos, es una manifiesta falta de respeto
y de educación. Similar al comportamiento de la Comisión Antiviolencia, ante
toda España, que vio el espectáculo y sigue expectante el que ellos están
dando.
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