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viernes, 18 de noviembre de 2016

La próxima, un calvo colectivo en el Congreso

Necesitamos una presidenta que sepa imponer
orden en la sala, no que pida perdón a los podemitas

La próxima bufonada, no sería de extrañar, podría ser un calvo colectivo de toda una fila de diputados orientados hacia las cámaras de la teuve del Congreso de los Diputados. Es un decir, no quiero dar ideas. Debido a la incapacidad de la presidenta de la Cámara, Ana Pastor, ahí puede ocurrir de todo. Resulta hasta graciosa -por no llorar- que laPastor diga ahora que no quiso llamar al orden al diputado podemita que portaba la bandera republicana durante la intervención del Rey, porque lo importante era escuchar el discurso del Monarca. Le faltaron huevecillos, claro.
Declaraba la presidenta de la Cámara Baja que en lo que lleva ocupando el cargo ha tenido más desórdenes que casi todos los presidentes que ha habido juntos. Coño, por algo será. Si no sabe dónde está y cómo debe actuar, que se vaya. Si no supo poner firme ayer al republicano ostentoso, pensando que así se hablaría menos de los podemitas, se equivocó -ya lo ve- de tomo y lomo, porque se ha hablado casi más del hecho que del discurso del Borbón. Si no supo cortar a un rufián como el delincuente y golpista de ERC cuando insultaba a placer a los de laPesoé, en la sesión de investidura, que se vaya.
Que se vaya laPastor y que no nos venga con cuentos y con historietas, que ya tenemos muchos el trasero "pelao", para que ahora nos enteremos que anda "acongojá" con los podemitas y que es capaz de quitar la razón -que por esta vez la tenía con creces- al portavoz parlamentario pepero Ramón Hernando, que anoche mismo justificaba en la13 la "toma" de sillas en el Congreso por parte de los senadores de su grupo, porque al ser una sesión conjunta no hay sitio reservado ni para senadores ni para diputados y que si los podemitas se quedaron sin su lugar habitual que hubieran madrugado más. Eso es así, y es la verdad. Pero, va, coge y dice laPastora que los sus senadores actuaron mal y llama a elBarredor para pedirle disculpas por ello, y esto lo hemos sabido por el propio Pablo Manuel, que de eso ella no había dicho nada.
Joér con laPastor, está haciendo bueno a su predecesor, Jesús Posada, que dejó pasar de rositas al de Bildu que rompió ante sus narices un ejemplar de la nuestra Constitución. No es de extrañar que tenga conflictos con los diputados -y los empezará a tener con los de su propio partido-, y cada vez más fuertes, como el de elRufián o el republicano de la bandera. De lo de elRufián ha comentado que ya ha hablado en privado; con el republicano de la bandera, no lo sabemos. De lo que sí nos ha enterado ella misma es de que había hablado con elBarredor podemita -la otra parte de la conversación, la de las disculpas- y que este se había mostrado muy disgustado porque el su compañero podemita exhibiera la bandera republicana. ¡Pobre Pablo Manuel, qué mal rato pasaría! ¡Jéjé! Y nosotros tan tranquilos, ignorantes del sufrimiento del coleta morada. 
Se pensará la presidenta del Congreso que los españoles somos tontos. Seremos ciudadanos de a pie, pero no tontos, ni mucho menos. Ella pisará moqueta y nosotros asfalto. Puede que ella viva en el limbo; nosotros, en la realidad. Y no por eso somos tontos. Y queremos tener y ver a una presidenta del Congreso -la tercera autoridad del Estado- que presida, con un par -con perdón- y no a una marioneta que ni amenaza, ni da, y pide disculpas a quienes, sin educación alguna, se pasan  orden y educación por el arco del triunfo. Pero, por favor, que no nos los quiera justificar laPastor con sandeces.

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