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jueves, 13 de abril de 2017

Engañar a la mamá

Si alguien se pensaba que Junqueras se chupaba el dedo, la herró. El republicano sabe bien en dónde poner el ojo, que, ya entendemos, donde lo pone llega la bala. Bien veía, bien, que el asunto no estaba nada, pero que nada claro. Ahí se va a arriesgar él a firmar la compra de las urnas para el referéndum de septiembre, para que lo inhabiliten per sécula seculorum y cerrarse la entrada a la presidencia de la Generalidad. Bien veía él que lo de los Esteits Unaites no iba a ir más allá y que lo de Ginmi Carter estaba "despachao" con un puñado de cachuetes.
El comunista Romeva, el que firma como ministro de Exteriores de Cataluña -ojo, señor fiscal, suplantación de personalidad o personalidad falsa- creía que calva se la habían "pintao", y se llevó de turné alPuigidemón, que exhibiendo curriculum -el máximo mérito, ser hijo del pastelero- se presentó en una clase de universitarios yanquis y les dio la turra con lo del derecho a decidir y Cataluña independiente, que los estudiantes situaron en Carolina del Norte. ElRomeva le dijo que el antro del espiche era el Congreso de los estadounidenses, de los de América del Norte, y elPuigidemón tan contento.
Otra encerrona le volvió a preparar al hijo del pastelero  a su ministro de los Exteriores, el comunista Romeva. Lo hizo levantar de la cama, y con nocturnidad y alevosía y malversación de dinero de todos los españoles, se fue de viaje de nuevo para vérselas con el expresidente americano Ginmi Carter. Ni arretratos para exhibir ni declaraciones públicas. ¡Entonces! Pues, lo dicho, unos kilitos de cacahuetes para el viaje de vuelta y, si sobran, para la elaboración de algún dulce de los de papá. 
Aunque ahí anduvo lenta la diplomacia española, que dejó que se le colaran dos congresistas del Congreso de verdad de los Esteits Unaites. Menudo dos los dos. ¡Vaya par de golfos! Hasta al Millo se le colaron en casa -o no-, que los recibió a bombo y platillo. Luego se fueron de cena y de farra, a saberse dónde y con quién. La resaca es la resaca, y si no saben mearlo que no beban. Plantón a dos secretarios de Estado, del Español. Y menos mal que Dastis tuvo reflejos esta vez y los toreó como pudo.
Que lo dicho, que el republicano Junqueras se las veía venir. Aunque tarde, pero que más vale que nunca, los yanquis advirtieron a elPuigidemón de que no les ande tocando los güevecillos, que serán yanquis, pero no tontos, y que lo de los trapos sucios se lavan en casa, y no en la ajena. A la vez, Ginmi Carter, el de los cachuetes, estaba a la que saltaba y que no le venga con esas el catalufo, que se lo encontraron en la calle, y no hay nada como una buena madre, fuerte y unida.
Y aseguran los de la Generalidad que no hay mal que por bien no venga. Que ahora ya todos los países principales tienen a Cataluña en su agenda. Que se preocupan por ellos, aunque sea para mandarlos a tomar viento fresco, o eso. Que menos es nada. Y Junqueras, riendo entre dientes, que menos mal que no firmó lo de la adquisición de la urnas. Y los parados que iban a ser los voluntarios de esta vez para llevar a cabo la organización y la realización del referéndum ya nos lo podrá utilizar elPuigidemón -como utilizó el cobarde Mas a los voluntarios de el 9N- como parapeto, como escudo, para echarles la culpa de la comisión del delito, que ha ya tiempo que se ha cometido.

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