Si es que es así
de sencillo. Unos tipos se cuelan en un espectáculo para sabotearlo, porque no
les gusta; pero, resulta que, entre otras cosas, el dicho es legal, de lo que
se deduce que los “invasores” están actuando de manera ilegal. Llegan los polis
y los echan; pero, además, los detienen y los enchironan, hasta más ver qué
deciden hacer con ellos. Es lo normal. De aquí para allá, supongo, entrará en
funcionamiento el mecanismo judicial, la maquinaria lenta de la Ley, pero Ley.
Eso es lo que les
ha sucedido a la treintena de antitaurinos, o animalistas, o animales, que
anoche, sin ir más lejos, asaltaron la madrileña plaza de toros de Las Ventas, con la intención de impedir
la celebración de una corrida de toros nocturna. Ahora la policía los acusa de
desórdenes públicos. Lo normal, en España.
En la futura República de Cataluña, aunque todavía
es territorio español, las cosas no funcionan así. Allí se permite que los
chorizos de una determinada tendencia política, como son los antisistema de las
CUP, de la guarrilla Ana Gabriel, asalten la sede de laPepé, atemoricen con su asalto a mano
armada a los pasajeros de un autobús
turístico, que le pinchen las ruedas al vehículo y a las bicicletas de
alquiler, que asalten yates y realicen miles de tropelías terroristas justificándolo
en lo que para ellos es “en defensa propia”.
Y a la fecha, ni
un solo detenido. A la mente se nos viene, una vez más –otra tras otra- la
incursión de elementos de extrema derecha a una librería catalana sita en Madrid –junto al Congreso de los Diputados. Los fachas fueron localizados y
detenidos en cuestión de horas, y algunos ya penan cuatro años de prisión. Lo
más grave que hicieron –aparte del asalto- fue empujar a una persona. Pero, allá
ellos, que de lo suyo gastaron. Allí, en la futura esa, lo que estos chorizos,
fachas de ultra izquierda, están haciendo es destrozar material urbano, que
hemos pagado todos, con nuestros impuestos, y propiedades particulares, además
de atemorizar a los turistas que nos dejan –y a ellos también- las pesetas.
¡Ya está bien,
hombre, ya está bien! Que ni abogados del Estado ni leches, que aquí nadie
mueve un miserable dedo para castigar a estos terroristas de la calle borroca
catalana. Ellos sí, ellos en cuanto cometen el acto criminal –por supuesto bien
planificado y con la aquiescencia de sus mayores, los de las CUP- informan inmediatamente
al terrorista Otejjji, el pistolero elGordo, el íntimo del podemita elPabloManué. Todo les ha salido bien,
según lo programado, y no han tenido que
huir ni a pie ni en coche, sencillamente se las han “pirao” dándose un garbeo,
contemplando el panorama, la barbarie realizada, porque allí nadie los sigue –acaso
sí- pero nadie los persigue ni los detiene.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentar con respeto