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martes, 28 de noviembre de 2017

Tres son tres

Del juicio contra los de La Manada uno de los abogados defensores dice de ellos que los acusados “pueden parecer imbéciles, patanes, infantiloides, simples y primarios, pero son buenos hijos y quieren a su familia”. En conclusión, que no hubo agresión sexual. Ante tal desvarío de calificativos, sus clientes, no dudo, estarán como para aceptar los piropos de su letrado defensor y hacerse pipí en el bufete.


Frente a la argumentación bien montada de la fiscal, no sé yo si los calificativos del defensor debería aplicárselos él mismo. Silencio en la sala: “actuaron de forma conjunta y organizada… mientras la joven no sospechaba ni rematadamente lo que estaba pasando… cuando los acusados terminaron y consiguieron lo que querían la dejaron tirada y semidesnuda”. Habló la fiscal, con contundencia. Lo de la forma conjunta y lo de la manera organizada fue muy duro, pero se entendió a la perfección. Ahora el caso está pendiente de sentencia. Habrá que ver.

De igual manera, fue dura y contundente la jueza de la Audiencia Nacional, Lamela, en su informe final sobre los golpistas a los que mandó a prisión –el exvicepresidente republicano Junqueras y varios exconsejeros-, a los que consideró, sin reparos, como una “banda criminal organizada”. Ahora estos golpistas, cuya causa ha pasado a depender del Tribunal Supremo, como la de los Yordis, aseguran que acatan el 155, pero no por convencimiento, sino por imperativo legal. Y, por eso, y con eso, quieren –de momento no la exigen- su puesta en libertad, que tienen que participar en la campaña electoral del 21-D. Habrá que ver.

La que con los muertos en las calles los lleva a todas parte, ya saben, la republicana Marta Rovira, se congratula de que con semejante mentira haya obligado a declarar al mismísimo presidente Rajoy que eso no sucedería jamás. Eso que lleva por delante, para la próxima ocasión. Ella sabe que es protagonista de una mentira cochina, pero le da igual, porque las tiene a cientos. Ya se sacó otra, pero, sin rubor, oigan. Que es que lo de la unilateralidad de la independencia no existe, que es algo que se ha inventado el Estado español.

Y es que esta Rovira, que puede llegar a ser –así como lo oyen- la presidenta de la futura Generalidad, se olvida de que lloraba amargamente –lo hace muy a menudo, tanto en público como en privado-- en la reunión en la que le exigía a elPuchi que declarara la DUI, es decir la Declaración Unilateral de Independencia. Esta republicana, y mentirosa, y llorona, está a un tris de ser  investigada como organizadora del referéndum ilegal del UnoaCero. O sea, como parte integrante y fundamental de la “organización criminal”. Habrá que ver.


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