Unos tirantes con la bandera de España

Ya se necesita tener mala entraña y la sangre envenenada por el odio para matar a una persona por el mero hecho de vestir unos tirantes adornados con los colores de la bandera de España. Estos asesinos, además de fanáticos, están descerebrados. Llevan su maldad hasta las últimas consecuencias, de manera violenta, brutal, como es el hecho de golpear, sin conmiseración, con una barra de hierro, a otra persona, hasta llegar a causarle la muerte. Eso es lo que sucedió el pasado viernes en Zaragoza. Un hombre de poco más de cincuenta años fue atacado por dos personas, que lo dejaron en muerte cerebral. Hoy ha fallecido.

Todo, por llevar Víctor Laínez unos tirantes que no agradaban al criminal y a quienes lo acompañaban, miembros del grupo conocido como "Zaragoza antifascista". Estos antisistema son visitantes frecuentes de la casa okupada conocida como Kike Mur. Esta casa de los okupas cuenta con el inestimable apoyo del ayuntamiento maño, que, curiosamente, casualidad, preside el polémico y controvertido podemita Pedro Santisteve. De estos barros, estos lodos.

Este odio es el mismo que inoculan los golpistas catalanes a los niños desde muy pequeños, en los colegios públicos: todo contra España y los españoles, que "nos roban". Si no, que se lo digan a la descerebrada, mentirosa y "odiadora" Marta Rovira. Vaya donde vaya lo hace cargada de muertos, que no los hay tales, pero como si los hubiera o por si alguna vez los hay. La compulsiva acusa al Estado español de inventarse lo de la Unilateralidad para proclamar la independencia.

Y ahora viene la energúmena prometiendo revertir el 155 si los republicanos ganan las elecciones del 21-D: Trapero -que tendría que estar ya en la cárcel; lo estará-, de nuevo a su puesto, que es muy apuesto y vale mucho; las embajadas del inepto Rovira volverán a abrir sus puertas y se subirán las persianas para que entre el sol; pero, por supuesto, se volverá a intentar la Unilateralidad. Vamos, que ahondarían aún más en la ruina económica de Cataluña y ensancharían con creces la separación entre la sociedad catalana. ¡No les importa a los golpistas: la guerra es la guerra!

Flaco favor le está haciendo laPlañidera a su jefe de filas. Con amigos como ésta no necesita Junqueras enemigos, que ya se las vale ella sola para que el juez del Supremo tome buena nota de las intenciones de la Izquierda Republicana, como para soltar a su líder, que exige salir de prisión porque dice tener derecho a hacer campaña electoral. ¡Válganos el cielo, que es muy religioso él! Pero que se ande con "cuidadín" laPlañidera, no siendo que en breves le toque llorar de verdad y, en la soledad de la celda, se pregunte, sin hallar respuesta, que "por qué a mí, Dios mío, por qué a mí! Como los de los anuncios de los seguros que salen por la tele.

Pues, miren, a otro que también le puede tocar llorar, por partido doble, es al expresidente, chulín él, Arturo Más. De momento, el Tribunal de Cuentas ha ordenado el embargo de su casa, por no pagar los gastos -no ha encontrado "caridad" entre los suyos- por la celebración del referéndum ilegal del 9-N. Quizá el embargo le llega en buen momento para él, por tener un techo bajo el cual cobijarse, si se lo llevan caminito de Jerez, por el Golpe de Estado. Este, como los encarcelados, no pensó en sus familiares -que se lamentarán y culparán de todo a España- antes de delinquir.