Pos
sí, pos sí. El atrevimiento de Marta
Sánchez de cerrar su recital aniversario de treinta años en la música con
el Himno nacional le ha resultado
todo un éxito. Ni ella se lo esperaba; es más, para nada le habrían sorprendido
las críticas, de haberlas habido. Está exultante la “cantanta”. El público
asistente y el público video oyente, también. Marta, sin quererlo, pero
atreviéndose a ello, expresó y recogió desde el Teatro de la Zarzuela el sentimiento de millones de españoles,
hartos ya de tanto escarnio contra los símbolos de España.
No
pueden decir, ni por asomo, lo mismo, los representantes de España en el Festival de Eurovisión, a los que sólo
les falta envolverse en una “estrellada” y en una “icurriña”, ambos dos,
abrazaditos los dos, camino de terciopelo. Porque, oigan, después de tener que
soportar que Operación Triunfo fuera
manejada y manipulada por catalanes secesionistas e independentistas, que el
propio ganador, un chiquito llamado Alfredo,
que maneja una sonrisa más falsa que una mula, utilizara el programa para
cantar las canciones separatistas catalanas, imponiéndoselas a los otros
concursantes, sólo nos faltó –que no faltó- ver a la acaramelada pareja de tortolitos
–que es que se quieren, son algo más que amigos en facebuc-- haciendo guiños a los independistas catalanes y vascos,
desde la televisión pública a nivel nacional.
Los
representantes de Televisión Española
en Eurovisión presentaron en el Telediario
del mediodía del domingo los arreglos que se habían hecho en la canción, por cierto,
demasiado acaramelada y sosa. En el avance en el que anunciaban que eso se iba
a producir, en rigurosa exclusiva, unos minutos después, la chica y el chico se
despidieron, respectivamente, hasta entonces con un “agur” y un “adeu”. Menos
mal, porque en un momento pensamos que sus “hablares” aparecerían en texto en
español debajo de la imagen. No ocurrió, no, pero démosles tiempo, que ya van cogiendo
confianza.
Eso
que es Televisión Española; aunque, de española parece que sólo tienen el
título. En muchas ocasiones nos da como que estamos escuchando la Sexta, de Roures. Lo gracioso es que los zurdos, es decir los de la
izquierda, no hacen otra cosa más que criticar al director general de RTVE, y no se dan cuenta los peperos –hay
mucho inútil en ese partido viviendo del momio de la Tele oficial- de que eso
significa que les interesa ese director, sencillamente porque no sabe, y los de
laPepé se piensan que si lo critican
es porque vale un potosí. ¡Son como niños, pero bien “pagaos”!
Pues,
nada, a seguir así. El día menos pensado los de la RTVE nos ofrecen en directo,
y en exclusiva -¡menudo exitazo!-, el recibimiento y homenaje a etarras asesinos
puestos en libertad. Todo ello, para mayor vejación de los asesinados y de sus
familiares. Será la manera de que los jueces vean por sí mismos los delitos de
los batasunos, verdaderos delitos de apología y enaltecimiento del terrorismo y
de humillación y odio hacia las víctimas.
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