Con un par, hombre. Ha hecho muy requetebién el
aspirante Pablo Casado. Sin amilanarse,
plantando cara a la exViceSorayita.
No sé si el miedo a perder le ha impulsado a ello o que está convencido de que puede,
incluso, hasta ganar. Desde luego, la que ha demostrado su soberbia y que no
sabe perder es Sorayita. Le ha sentado como una patada en las nalgas el hecho
de que Casado le vuelva la espalda y
no acepte ser “su” secretario general, como si ella ya hubiera sido elegida y coronada
presidenta de laPepé, con aire
supremacista, con un aire sospechoso de tramontana; de momento no ha insultado,
pero su postura ofende.
O sea que, como Sorayita ha ganado a Casado por menos
de dos mil votos, considera que con esa victoria pírrica es suficiente como
para encumbrarse a la presidencia de LaPepé y no quiere una segunda vuelta. Por
el contrario, Casado está eufórico, porque, sin contar con la infraestructura
del aparato oficial del partido, miren a dónde ha llegado, y, por supuesto,
quiere una segunda vuelta, y es que, además, está en su derecho.
No lo ve así Sorayita, que está convencida de que el ADN del partido es aceptar como buena
la lista ganadora, más bien la más votada, evitando una segunda vuelta. No deja
de sorprender la exVice con su vocabulario –lo del ADN- y su postura, la
supremacista. Postura adoptada desde el primer momento por el presidente nazi
de la Generalidad, así como lo del
ADN de los españoles. ¡Malo, malo! Habrá que interpretar que no hay maldad en
sus palabras, y menos que vayan dirigidas contra su contrincante, valiente y
leal opositor.
Casado no se ha dejado intimidar por Sorayita y su
respuesta ha sido contundente: el ADN de laPepé es no negociar con nacionalistas
–golpistas- y el ADN de laPepé es respetar las normas y no cambiarlas, que es
lo que pretende Sorayita, ser la presidenta del partido por ser ella la que encabeza la lista más votada. Casado,
ya lo ven, va a por todas, y como decíamos, el toro es toro hasta el rabo, y
ojo con los sus movimientos si se está a su lado.
Llegará o no llegará Pablo Casado a la presidencia de
laPepé, pero, en cualquier caso, no se ha parado en barras en su crítica a la
también candidata, críticas que son extensivas a Mariano Rajoy y a su Gobierno. Porque, Casado, a la vez que
criticaba, exponía parte de su programa, cosa que hasta ahora no han hecho
ninguno de los otros candidatos que optaban a la presidencia, y como tal a la presidencia
del Gobierno de España, en su día.
Para Casado en el ADN de laPepé, además de no estar el
negociar con independistas y no cambiar las normas del proceso electoral de
primarios interno, sí está el bajar los impuestos, el homenajear a las víctimas
del terrorismo –propone una Ley de
Memoria, Dignidad y Justicia-, realizar una
reforma educativa con inclusión en los programas de un relato histórico
real, no como los relatos de los independentistas o del color del partido que
gobierne, una reforma penal y una Ley de
Seguridad que garantice el respeto a las Fuerzas de Seguridad del Estado. Está más que convencido Casado de
que en España hay quien persigue la
impunidad de los terroristas y “eso el PP no lo puede tolerar, como tampoco
los beneficios penitenciarios”.
Sí que se ha desahogado el joven aspirante a la
presidencia de laPepé, que, en realidad, lo que está haciendo con sus críticas
es pedir explicaciones –lo nunca visto en laPepé, oigan- a Sorayita y a Rajoy
sobre lo que han hecho durante sus mandatos y, sobre, todo, cómo desaprovecharon
por inacción la aplicación del 155 en Cataluña.
Y, ciertamente, Sorayita en campaña –y el exPresiRajoy en su remanso de mar- están
obligados a ello, a dar no una, sino muchas explicaciones, tantas como sean
necesarias. Pena que no se las pidiera antes.
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