Sánchez el síndrome de Estocolmo

Lo mismo sucede en el “metro”, parece que está ya repleto, que no cabe ni tan siquiera un palillo, y, ¡zas!, llega el último corriendo, da un empujón y se hace sitio. Lo mismo, ya digo, con esta España nuestra, donde parece que no hay ni un hueco para otro gilipollas más, cuando llega, empuja y entra. Y aquí lo tenemos. El gabacho Valls, que se cree que viene del más allá, otro iluminado, y propone que Barcelona comparta la capitalidad de España con Madrid. ¡No sabe el gabacho ni dónde vive ni alcanza a saber la longitud de su propuesta! Luego, insta a los Ciudadanos a que le hagan un “cordón sanitario” a Vox.

Y la tercera en la frente: asegura que deben repetirse las elecciones andaluzas, porque Vox tiene la lepra. ¡Ya le vale al gabacho! Mejor se vuelve por donde vino, que gilipollas sobran en este país. Poco dice lo mismo de los extremistas de izquierda, podemitas de elPabloManué. Si lo que quiere es aconsejar al naranjito de los Ciudadanos de que antes que con Vox pacte con los socialistas de Sánchez y de la lozzzana andaluzzza, mejor lo destituye Alberto de consejero. No tiene el gabacho ni idea de lo que es España: Andalucía está en el sur. Que lo sepa. De un soplo se ha cargado el gabacho a más de cuatrocientos mil andaluces, a los que llama apestados. Ribera se juega su futuro y el de Ciudadanos. Él sí lo sabe; el gabacho, no.

También sabe elPedroQué que se juega su futuro y el de laPesoé en Cataluña. De este no se puede decir que peque de ignorante. No. Su pecado es el de uno, entre otros, de los pecados capitales de algunos españoles: la soberbia. Se piensa el tipo que no sólo España, sino el mundo entero gira en torno a él y que él es Kennedy. Un pequeño desfase mental, pero ahí está. Pero, que, además, ese estar en un volcado con los golpistas.

Hasta llega a declarar Sánchez que el nazi, xenófobo, el que insulta a España y a todos los españoles, el golpista “iluminao” presidente de la Generalidad catalana es afable en el trato. Sólo le faltaba a elPresiSánchez –aunque era más que previsible- padecer el síndrome de Estocolmo tarde o temprano. Y, ojo, que con el tiempo es muy probable que Sánchez, como en su día su ídolo elCetapé dijera del terrorista Otegui que era un “hombre de bien y de paz”. Ya digo, tiempo al tiempo. Con razón alguien decía de elPedroQué? que no es más tonto porque no puede.

Ya pueden, ya, los de laPepé y los Ciudadanos –sin olvidarse de Vox- plantarle cara al histriónico elPK. Todo dentro de la Constitución, nada fuera de ella. Y si hay que ilegalizar a los partidos nacionalistas, pues bien está, que así hicieron en Alemania y los bávaros ni se mueven. Pues, igual. Porque ya está bien de que se mantengan con el dinero de todos los españoles y preparen con ese dinero sus golpes de Estado. Porque ya han dado uno, y no será el último, con permiso de elPK. Y puede que algún día nos conquisten por el vientre de sus mujeres y con nuestras propias leyes. A algo nos suena.

Por cierto, muchos nos preguntábamos, de paso por laSexta, quién era aquel que nos echaba la culpa a todos los españoles de la muerte de Laura Luelmo. Que se sepa, hay un individuo que se ha declarado autor de la misma y para el que el invitado de esa cadena se negaba a que se le aplicara la prisión permanente revisable. Es decir toda la culpa del trágico suceso era nuestra y el asesino, sencillamente, el ejecutor. Este individuo de sentencias tan radicales no era otro que el portavoz de Jueces para la Democracia. Debería el señor Boch hacer sus celebraciones navideñas después de asistir al programa de laSexta, no antes, por eso del sopor y las bebidas, como el café.