De imbéciles y curas imbéciles

Lo que le faltaba ahora al ciudadano Rivera. A un tris de las elecciones, desautorizar -dicen los del partido que tan solo un poquito, o lo que es lo mismo, como en una embarazada, que solo lo está un poco o a medias- a su portavoz en la Comunidad de Madrid. Rivera se quiere separar o desvincular o como que no hubiera sucedido, de su propio partido, que apoyó en la comunidad madrileña votar a favor de la la proposición de Vox para instar al presidente del Gobierno a ilegalizar a los partidos independentistas que pusieran en peligro la unidad de España. ¡A buenas horas, mangas verdes! Pues está bueno el ciudadano, como para andar dando a entender que ni controla el partido.

Sí se ha apresurado Sánchez -lo que no ha hecho con muchas proposiciones bárbaras aprobadas por el Parlamento catalán- a anunciar que va a recurrir este acuerdo de la Comunidad de Madrid ante el Constitucional. Bien, vale. Él puede hacerlo; que lo haga. Al fin y a la postre no va servir para nada, ni lo uno ni lo otro, aunque sí se han evidenciado voluntades e intenciones.

Como la mala entraña de los peneuvistas -los que siempre terminan traicionando-, y los terroristas de Bildu. Juntos, ambos dos partidos, desde las Juntas Generales, han arremetido contra el Ejército español -¡Alucinen!- por el hecho de enarbolar la bandera española durante unas maniobras realizadas en esas tierras del norte. Aunque más irracional resulta todavía su exposición de motivos: se "trata de conductas que constituyen una falta de respeto hacia el País Vasco y la ciudadanía", además de "la negación del derecho a decidir libremente que le asiste al pueblo vasco".

Se preguntarán ustedes, como un servidor, que qué tiene que ver el culo con las témporas. El Ejército español realizará prácticas -porque las tiene que hacer- donde le esté permitido dentro del territorio nacional y, de momento, que sepamos, las provincias del norte son parte de ese territorio. Tendrán, lógicamente, el lugar adecuado para ello y, como es más que lógico, enarbolarán la enseña nacional, porque es el Ejército de España. No pretenderán los partidos de Sabino Arana y del terrorista Otejjji, elGordo, que el Ejército español enarbole la bandera de la URSS, por citar un caso. ¡Vamos, de cajón!

Pero, es que ambos dos partidos, no paran en gilipolleces. Porque, ya me dirán, qué tienen que ver unas maniobras militares con el derecho a decidir, que se lo creen algunos vasco. Pues ná de ná. A parte de que eso del derecho a decidir no existe, y ya se lo han dicho por activa y por pasiva desde todas las partes del mundo -¡No existe!-, y, si no, que se lean la resolución de la ONU al respecto, si es que leer saben. Porque, vamos. Ese derecho a decidir al que se aferran, como los golpistas independentistas catalanes, no existe, pero no por ello los vamos a llamar imbéciles.

Que para imbéciles ya tenemos a los curas independentistas vascos. Están promoviendo una amnistía para los que consideran "presos políticos y exiliados", es decir, para que no entendamos, los ciudadanos catalanes que intentaron un Golpe de Estado y que hoy purgan, de momento, su condena en prisiones catalanas, mientras otros huyeron con el rabo entre las piernas. Entre estos curas se encuentran los de las Comunidades Cristianas, los de Herria 2000 y la Coordinadora de Sacerdotes de Euskal Herria. ¡Manda güevos! Además de lo dicho, abogan por el diálogo -¡Faltaría más!-. Y porque se reconozca "el derecho de los pueblos a ser soberanos". Otros a los que hay que decirles que la república no existe, pero a los que tampoco, como a los otros, no vamos a denominar como imbéciles, aunque lo sean y tengan su derecho a serlo, imbéciles, me refiero. Oigan, que la educación es la educación, aunque les haya comido la lengua la colonia de gatos del amigo Antonio.

¡Coñe, que ya está bien! A ver quién protesta ahora porque en el programa debate de laSexta solo intervinieran mujeres, y, además, fuera moderado por otra mujer. ¡Ale, Federico, ahí lo tienes, bailalo. Y olé!