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sábado, 26 de septiembre de 2020

El cerco de Madrid

 Hasta el momento, Sánchez no se ha atrevido; aunque, sopesa la posibilidad, asesorado jurídicamente, de "tomar" Madrid. Le han entrado las prisas. Del lunes a viernes, por media semana alabando las medidas de Ayuso contra el coronavirus, y quiere que los madrileños se despierten el domingo como si fuera un día de gloria para ellos, porque él los ha salvado. ¡Pero, qué dirán los navarros o los compatriotas de otras ciudades y pueblos que están sanitariamente peor que Madrid! Todo ello hace pensar que, aunque la situación madrileña es mala, difícil o grave, como en otros lugares de España y solo se toma al asalto Madrid, aquí hay algo más que un interés sanitario.

Al niño-grande que es el socialista Sánchez le gusta jugar, lo arrastra el enredar, para conseguir las cosas, y Madrid está en la meta. Con los métodos adecuados legalmente o con los que "yopenseque" -que para eso está la "fiscala" general, laLoles, que parece que ya es pareja de "hecho" del exjuez Garzón- se muestra tremendamente preocupado a través del ministro de Sanidad, Illa, de la salud de los madrileños, cuando hasta ahora le ha importado un comino la muerte de más de cincuenta mil ciudadanos a causa del virus y el contagio de cerca ya de setecientos mil.

Además, no se corta, no, Sánchez, en amenazar al gobierno de coalición madrileño PP-Ciudadanos con tomar la plaza de Madrid, como si estuviéramos en una guerra, sembrando el descontrol y desatando los temores y las inquietudes de los madrileños. ¡Es lo que, en realidad pretende! Ójala que las medidas de Ayuso sean las acertadas y suficientes, por el bien de la ciudadanía no solo de esa comunidad, sino de las que están al lado, como Castilla y León y Castilla-La Mancha. Lo que sí es evidente es que el Gobierno socialcomunista no está siendo leal con el gobierno de la Comunidad de Madrid. Sánchez está utilizando ahora como moneda de cambio la situación sanitaria de la capital del reino, quiere implantar un "155 sanitario". ¡Menudo espectáculo entre los unos y los otros!

Está levantando otra cortina de humo, que qué bien le ha venido, para tapar sus vergüenzas, como, este caso, sus dos ministros comunistas, el payaso y el analfabeto funcional Garzón. No cayó nada bien entre la ciudadanía el veto que Sánchez impuso al Rey, Felipe VI, para que este no pudiera viajar a Barcelona a presidir, como es tradicional, la entrega de despachos a los nuevos jueces que concluyeron sus estudios en la Escuela Judicial. Por esa razón, el Monarca llamó por teléfono al presidente del Supremo, Lesmes, que lo es también del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y comunicarle que sí le habría gustado estar allí. 

A buen entendedor pocas palabras bastan. No es que el ministro Garzón entendiera, pero para eso tiene al lado al ministro payaso comunista, que hasta ahí llega, no se crean que mucho más, para explicárselo. Le faltó tiempo al analfabeto funcional para acusar al Rey de traicionar al Gobierno y al otro, al payaso comunista, de tildarlo, al Rey, claro, de desleal. Él, el que se ha marcado como meta acabar con la Monarqquía para imponernos una "republiqueta", llama al Rey desleal. ¡Anda y que lo zurzan, al payaso comunista, claro!

Pero, todavía el Gobierno socialcomunista no ha explicado el motivo real del veto al Rey para viajar a Barcelona. Eso sí, el ministro de Justicia, Campo -el del lío con la presidenta de las Cortes, la también catalana Maricheli- estaba engeniado porque los nuevos jueces, en su mayoría, finalizaron el acto con gritos de "Viva el Rey! No se pasaron tres montañas, como decía Campo. Es el Gobierno socialcomunista el que se ha pasado tres pueblos, que así se dice, al claudicar ante las imposiciones de los golpistas catalanes. En previsión, para el año próximo, lo que debería hacer Sánchez es trasladar la Escuela Judicial a otra provincia no catalana, donde la ubicación de la Escuela será, sin duda, bien recibida. Al fin y al cabo, si los golpistas quieren separarse de España nada pinta allí la Escuela Judicial española.

¡Pero, y los de laPepé! Pues, por ahí deben estar. Pablo Casado ha pedido el cese -su destitución- inmediato del ministro Garzón y ha anunciado que presentará en el Congreso la reprobación de elViceDos, el payaso comunista. Como ha podido comprobar, a Garzón nadie lo ha cesado y la reprobación del payaso comunista la perderá en el Congreso. Sigue sin darse cuenta Casado de que el Gobierno socialcomunista hace lo que le da republicanamente la gana y que pasa olímpicamente de la oposición. Pues, Casado a lo suyo, sin cambiar de estrategia, y siempre se le ve venir. Su partido, laPepé, necesita de una reforma interna, de nuevos asesores y de una estrategia con la que responder con eficacia siempre y en todo momento a las maniobras de Sánchez, que serán muchas las que están por venir.


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