Los prolegómenos del Ramadán

Tal cual se lo digo, oigan, que una vez oído el discurso de Sánchez en su !Aló, presidente! -que maldita sea la gracia, se está convirtiendo en algo habitual, como si no tuviéramos suficiente con soportar el confinamiento- dan ganas de salir a la calle corriendo, pero, que sí, sin demora. Es que resulta que como aquí no hubiera pasado nada, y lo que queda para salir del túnel -no de la imbecilidad de la desescalada-, que ya está "chupao". Nada, que nuevo confinamiento hasta el nueve de mayo -día del Cristo de Morales- y los peques a "volar" a partir del 27 de abril, ahí a la vuelta de la esquina.
Pero de cómo se van a hacer las cosas, ni Sánchez lo sabe. Ya se verá. O sea, los niños saldrán, pero ya veremos cómo. Que los mayores puede que a partir del 9 de mayo, pero tampoco, de qué manera. Y que la reconstrucción económica se hará, aunque ya nos las apañaremos.

Para ser claros y concisos: como si aquí no hubiera muerto nadie, y llevamos ya más de 20.000 fallecidos, que es que se dice bien, 20.000 personas, una tras otra, y las que faltan por saber que han muerto, gracias a la ineptitud de un ministerio de Sanidad dirigido por un filósofo, que oculta la realidad, la dura, cruda y dramática realidad. Para que ahora nos venga el socialcomunista presidente del Gobierno a soltarnos su habitual mitin del sábado, un mitin hueco y huero. El de un mentiroso compulsivo, que hoy -acaso haya sido casualidad-, al menos, ha tenido la decencia de vestir un traje negro.
Sánchez volvió a ofrecer nada, porque todo lo que este elemento ofrece es humo, envuelto en mentiras. Política barriobajera, apoyándose en un equipo científico que nadie conoce, pero que dirige el sinvergüenza y cara dura de elEnterrador Simón, que tendrá que dar muchas explicaciones cuando todo esto termine, y que haría bien dimitiendo inmediatamente. Pero, no. A lo que se ve, ahora también se dedica a hacer el payaso con el ministro Duque, el astronauta. A ambos les gusta chupar cámara. Todo por una cámara de televisión. Los muertos no cuentan, los cientos de miles de contagiados tampoco. A lo que se ve, la improvisación tampoco
Y viene el cara dura, el niñato presidente del Gobierno, pidiendo unión a los ciudadanos, vamos que lo voten, que es el mejor. Y pidiendo unión a los políticos, principalmente a laPepé, partido al que insultaron él y la impresentable de su "portavoza" en el Congreso, para que lo maquillen, para que lo blanqueen. Ellos lo piden ahora con la frase que abre todas las puertas: "arrimar el hombro". ¡Qué sinvergüenza! Pero él continúa sin explicar en qué van a consistir lo que ha denominado los "Pactos de la Reconstrucción". No sabe ni lo que va a ofrecer; de hecho, nada, como ya ha adelantado la ciudadana Arrimadas: después de toda la reunión no le ofreció absolutamente nada. A Sánchez le crecía la nariz a cada minuto que pasaba en su !Aló, presidente!
Y mientras, los agentes del orden, en cumplimiento de los mandatos judiciales o gubernativos -no se sabe- continúan investigando a Rajoy para ver si lo multan por insolidario, pero no investigan al comunista ViceDos y a su pareja -que por dos veces ha dado positivo del coronavirus- y al propio presidente, que se han saltado descarada y desvergonzadamente el confinamiento.
Pero, a ver si investigan también al alcalde y policías municipales de la localidad de El Vendrell que han autorizado y facilitado un rezo masivo islámico en plena calle. En la calle, incumpliendo el confinamiento, un rezo masivo. Y nadie les prohíbe nada, en lo que es un anticipo del Ramadán, que se inicia el 24 de este mes. En toda España se han suspendido-prohibido los desfiles procesionales de Semana Santa y todos los actos litúrgicos relacionados con ella. Para más INRI, la policía desalojó a veinte personas en la catedral de Granada que asistían a un acto oficiado por el obispo de esa ciudad. ¡Estamos o no estamos!