El Ejército, al casoplón

En nada, será el Ejército el que vigile el casoplón del payaso comunista Jócker. El casoplón de Galapagar, que se agenciaron el Jócker y su compañera, la excajera de supermercado, la ministra de Igualdad. Dicho sea de paso, y en llegando los calores que todos padecemos, les ha venido como anillo al dedo. Diferencia existe entre el piso de Vallecas -de Protección Oficial, que tampoco tenían que okuparlo ni él ni su madre, que era la beneficiaria- y el casoplón, con terreno de dos mil metros cuadrados, casa de invitados y piscina y la fresca de por la noche en las estribaciones de la sierra madrileña. Como para dormir con manta.

Pues, eso, que comenzó la Guardia Civil custodiando el casoplón. Primero unos pocos números, que fueron en aumento a medida que los vecinos se manifestaban y "cacerolaban" por las calles aledañas contra la política del Gobierno socialcomunista. Hasta el día en que el comunista ViceDos del Gobierno de España se cabreó porque un vecino subido a una roca grabó al Jócker con cara de perro dentro de su finca, la misma tarde-noche, coincidencia, en que se produjo la debacle electoral comunista, primero en Galicia y, después, en las tres provincias vascas.

Lo que le sentó mal al podemita no fue que lo grabara el vecino, que bien acostumbrado está a que lo enchufen las cámaras de las televisiones. Lo que le sucedió al vecino es que se convirtió en el pagano del desencaje en la moral del comunista payaso Jócker. Exigió a la Guardia Civil el comunista cabezas. ¡Quiero cabezas!, dicen que dijo el macho alfa, que esa es otra. Aunque parece que los agentes pasaron en un principio, luego detuvieron al vecino y se lo llevaron al cuartelillo hasta las dos de la madrugada. Pero eso ocurrió después de que saliera del casoplón un abogado podemita, un tal Serrano, del que también narran las crónicas se enfrentó a los vecinos como macarra de barrio o chulo de aparcamiento de establecimiento de carretera con luces de neón. Comportamiento lógico de un perroflauta.  

Previo a estos hechos, los agentes de la Guardia Civil pusieron a disposición de la juez a dos jóvenes que cantaron el himno de España en las inmediaciones del casoplón. La juez, lógicamente, "sentenció" que, la verdad, era una gilipollez la detención de las jóvenes y que la denuncia no tenia recorrido en su juzgado. Como tampoco la tenía la detención del fotógrafo espontáneo, al que han acusado de desvelar secretos de Estado. ¡Ni que hubiera resuelto el "caso Dina-Iglesias"! Favor que le habría hecho al juez Castellón para "empurar" antes al Jócker. Caso, por cierto, del que no se puede hablar en el Congreso de los Diputados por pertenecer a un episodio de la vida privada del payaso comunista. Eso sí, sacarle fotos en el casoplón es desvelar un "secreto de Estado".

Pues eso, que ya no quiere el podemita a la Guardia Civil; en realidad, el cuerpo armado le ha caído siempre como unas patada en las bolas, porque, hay que darse cuenta de que el benemérito cuerpo constituyó un baluarte en la lucha contra la banda terrorista ETA y los integrantes de esta banda criminal, empezando por elGordo, son amigos del podemita, que es hijo de su padre, como todo quisque lo es del suyo.

En fin, que ahora será la Policía Nacional la que se haga cargo de la vigilancia del casoplón. Pero, no se equivoquen, tampoco la Policía Nacional le cae bien al payaso comunista. Solo basta recordar cuando declaraba, el miserable, que se emocionaba cuando la gente repelía y pegaba a estos agentes del orden público-. Así que nada, en breves será el Ejército el que asuma esa labor. Después serán los agentes del CNI, porque los del Ejército, no se crean, lo han dejado en ridículo con su labor en las residencias de ancianos durante el estado de Alarma. Esas residencias estaban bajo su responsabilidad, la del ViceDos, y todavía no ha informado de lo que sucedió en ellas, ni tampoco visitó ninguna.