La saga de los Pujjol, de rositas por el Parlamento

Todos a la espera de que el primogénito de Jjordi Pujjol y de Marta Ferrusola actuara ante la comisión investigadora del Parlamento Catalán, cuando, ala, sin avisar, ¡zas!, nos planta un terremoto la madre naturaleza. Al parecer, sin grandes consecuencias. Vaya tarde para los albaceteños de Ossa de Montiel. No me extraña que estén todavía "acongojaosleche", si es que llegó hasta  Zamora, suavemente, pero llegó. Doy fe de ello. Y menos mal que en esos momentos no sabían -claro, como es lo lógico- que era de una intensidad de 5,2 F y que el origen estaba a poco más de diez kilómetros, debajo de sus pies. Lorca fue lo primero que se nos vino a la mente.
La tarde -lunes, 23F- la tuvimos con muchos vaivenes. El jefe de la saga de los Pujjol, Jjordi -que no quiere decir que sea el que más manda- se presentó de nuevo ante los parlamentarios catalanes. Esta vez más conciliador, pero menos. Hasta pidió perdón por la bronca que les había echado en su intervención anterior. Como siempre, respondió a lo que le vino en gana y, como no quería oír, dijo que se le había gastado la pila del "sonotone". Nadie le había advertido de que hay pilas de repuesto, para las que no hace falta un camión para transportarlas. Cosas de la edad. Hasta se olvidó de mover las ramas de los árboles. Más que nada, por si caía algún nido. Nos quedamos como estábamos. Eso sí, el que se sentó a su lado -seguro que se fijaron- daba pena verlo: con una camiseta de manga corta y zapatillas deportivas. ¡Qué cochino! Bueno, quizá no tanto: un impresentable.

Después, Marta Ferrusola. Menuda, esa sí que manda. Poco menos que ella iba a Andorra porque le daba la real gana -acaso una gana republicana- y sus hijos, pues con una mano delante y otra detrás -¡prietas las filas, recias marciales!-  y que Cataluña no se merece esto; lo confundió con España. También, cosas de la edad.

Y por último -redoble de tambores y foco único-, el primogénito. ¡Anda que no sabe, "niná"! La fortuna de la familia, del abuelo; de comisiones -oigan, que se han pensado-, ni una, ni de las del tres ni de las del cinco; y, de los paraísos fiscales, los que he visto en la películas. Ojo, que el que quiera más, en los juzgados tendrá la respuesta. Pues, miren, descompuestos y sin novia; como él.

Que ya les digo, menudo día. Es "quedí" el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que va a investigar si el presidente del tribunal Alto de Justicia de Madrid y otros jueces han cobrado dinero de una empresa por colaborar en el desarrollo de una herramienta informática. Ya veremos, ya.

Y la guinda del postre -es un dicho, hombre, que así se dice- el fiscal le ofrece a Jaime Matas, que fue presidente de las Baleares, un pacto: todas su causas se reducirían a cuatro años de prisión, siempre que devuelva diez millones de euros. Una de las causas en las que está inmerso es por una pequeña diferencia -algo más de cien millones de euros- en unas obras en un hospital balear. Su pena final podría ascender a veinte años de cárcel. Pero como no tiene ese dinero, ofrece desenmascarar a un alto cargo del pepé que dice que le dijo que hiciera esa operación. Ya le vale, al fiscal, como se dice ahora.

Bueno, bueno, bueno. Te digo que esto está que arde, y la "princesa del pueblo" sin enterarse, ajena a todo, Belén Esteban. No sé lo que dirá y hará cuando salga -que puede ser pronto- de la casa GH/Vip. Pero, más vale que esté de buen humor, porque pueden temblar hasta los cimientos.