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jueves, 19 de marzo de 2015

El "Charli Nicolás", el caso que no cesa

Con tanto politiqueo preelectoral y con las andaluzas a la vuelta de la esquina -las elecciones-, casi nos ha pasado desapercibida una pequeña noticia, que puede serlo de un caso grande, en la que también se encuentra inmerso "el pequeño Nicolás". O quizá decir mejor que toca a otras personas que están, o pueden estarlo, implicadas en el caso de elNicolás. Lo cierto es que ni se sabe ¡Tatómuliao! Lo que, en principio, parecía una "chiquillada" con mucho morbo, eso sí, se ha ido convirtiendo en una espiral de la que todavía no vemos fin.

Resulta que el que hasta ahora era el número dos de la concejalía de Seguridad del ayuntamiento de Madrid, Emilio García Grande, y que se vio obligado a dimitir por ser imputado en el Caso Nicolás, pues que acaba de fichar como asesor del Grupo Popular en el ayuntamiento, de forma provisional, y "esquedi" que hasta que se incorpore a su anterior trabajo en el sector privado. Ahora, digo yo, que por qué y para qué va a trabajar para el pepé, que qué necesidad tiene el pepé de sus servicios, y, dicho sea de paso, de complicarse la vida con otro imputado más en los tribunales. Puede que en agradecimiento por los servicios prestados. Lo que le faltaba a los peperos. Si éramos pocos, parió la abuela.
Vamos a ver, si nos vamos aclarando. Uno de los jefes de Seguridad del Ayuntamiento implicado en el caso Nicolás, del que el juez quiere saber si recibió dinero por facilitar información reservada a elNicolás y le prestó vehículos oficiales, con los que éste paseaba a personajes importantes, entre los que se encontraba el alcalde de Miami. Vale, hasta ahí vale. Lo que no se entiende es que el pepé se implique, a través de ese personaje.
Pero seguimos. También han sido llamados a declarar el comisario Villarejo y otro comisario, Marcelino Martín-Blas, popularmente ya conocido como Marcelino. El primero -Villarejo, perteneciente a la Dirección Adjunta Operativa del Cuerpo (Nacional de Policía)-, tiene denunciado al segundo -Marcelino, jefe de la Unidad de Asuntos Internos- por manipular pruebas e incriminarlo en otro caso. Caso que ya veremos cuál. Así que la guerra se ha desatado en las cúpulas policiales, o, dicho de otra manera, en las alcantarillas o cloacas del Estado. Como se quiera.
Se da la circunstancia de que Villarejo fue el que grabó las conversaciones al actual presidente de la Comunidad de Madrid, señor González. Mientras que Villarejo acusa al presidente González de ser el propietario de un ático en Marbella y que este ático es fruto de una comisión por la recalificación de un terreno, el acusado -al que probablemente este asunto le ha costado el poder ser candidato a la reelección al cargo- acusa a su vez a Villarejo de querer chantajearlo. Y ambos dos tienen alguna relación -de momento, digamos que colateral- con elNicolás: Villarejo tendrá que declarar en el caso del joven y el joven dijo haber estado en el ático de González. Por su pare, Marcelino también tiene relación con elNicolás, porque fue a verlo a la comisaría en donde el joven estuvo la primera vez que lo detuvieron, y tiene que declarar también en el caso y está enfrentado a Villarejo. Sólo nos faltaba que hubiera una relación entre Marcelino y el presidente González. Ya sería la "releche", vamos. Nunca se puede decir de esta agua no beberé.
Seguro que en cuanto que pasen las elecciones del domingo, y su correspondiente resaca, el caso volverá a resurgir. Porque esto es como los ojos del Guadiana. Sí, sí; si aquí nieva -como diría mi suegra- que no hará en la sierra. Ya ves. Otro capítulo del "charli" del CNI.

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