El Gobierno defiende a Piqué, frente a España

El único recurso que nos queda a nosotros, viles mortales, es el pataleo, el cabreo y escribirlo. Porque, ya saben, el partido amistoso España-Inglaterra -estoy hablando de fútbol- ya no se celebrará en el estadio Santiago Bernabéu, si para entonces, 13 de noviembre, continúa llamándose así, que esperemos que sí. La razón es que hay que proteger de los "pitos" al ilustre separatista catalán llamado Piqué, el defensor de los pitos al Himno de España, en junio, en el Campo Nuevo del Barcelona. Los pitos eran libertad de expresión, decía este mal ejemplo para los niños, en muchísimas ocasiones. El Gobierno de España lo defiende.

Hombre, si aunque sólo fuera por eso, por el mal ejemplo que da a los niños a través de un deporte de masas, ya no tendría que estar en la Selección Española de Fútbol, a la que sólo se arrima para ganar dinero. Ojalá me equivoque, pero ya veremos qué dicen todos sus defensores cuando abandone el deporte, pues, ni más ni menos que lo que oímos a los sinvergüenzas de Guardiola y de Javi, que se forraron con la Selección.

A saber, miren, este tipo, que tiene obsesión severa, casi demencial, con el Madrid, siempre busca la ocasión para meterse con ellos, pero no de manera educada -desconoce la educación- sino más bien chabacana, barriobajera. Pero no sólo se mete con el Madrid, sino que se enfrenta a la Policía Urbana de Barcelona, escupe al delegado de la Selección, ha sido suspendido recientemente a jugar cuatro partidos por insultos graves a un asistente de árbitro, en la final de la Supercopa de España. Ya ayer, salía de una discoteca de Gijón a las seis de la madrugada -en sospechoso estado, cuando el permiso lo tenía hasta las cuatro treinta.

Pues, dice el seleccionador nacional de los del fútbol que los "pitos" contra Piqué le parecen muy lamentables. Algunos compañeros de selección también lo defienden, pero yo creo que más por solidarizarse con él porque sí, pero desconociendo el fondo de las pitadas. Pena no lleguen a más. Sólo Casillas se mostró algo crítico al decir que "intentaremos corregir algún defecto que pueda tener Piqué".

Grave es que el seleccionador siga insistiendo, o creyendo, o queriendo hacer creer que los "pitos"  a Piqué, tanto en junio en León, como este sábado en Oviedo, son de seguidores del Real Madrid. Sigue estando equivocado el charro. Los pitos son por la "pitada" al Himno de España en la final de la Copa del Rey. No sé si se acuerda, pero bien cerca estaba del hierático del Rey de España, que tenía a su lado al delincuente Arturo Mas, que se reía. Qué gran caballero o duque habría sido si en ese momento el seleccionador hubiera abandonado la tribuna. Pero, no, prefiere defender a Piqué que a todos los españoles representados en el Himno. No entiende el entrenador que eso "la pitada" es un delito. Pero no, se inclina por Piqué, cuyas declaraciones independentistas y su "libertad de expresión" son incompatibles con vestir la camiseta española. Pero, no se da cuenta el entrenador que cuando se le pita a Piqué se le pita a él, a del Bosque, también. Hay muchos jugadores, tan buenos y mejores, que sí que lucirían la camiseta de España con verdadero orgullo real. Y entrenadores también.

Decíamos que esto era grave, pero más grave es aún que sea el Gobierno de España quien defienda al jugador -¡Así nos va!- Nada más ni nada menos que el nuevo ministro de la Educación. Sabrá lo que es la educación, imagino. El apoyo del ministro es apoyado, a su vez, por el impresentable presidente del Consejo Superior de Deportes, Miguel Cardenal, quien no se atrevió -cobarde- a sancionar, como se merecían, a los "pitadores" al Himno Nacional de España, de todos los españoles. Y, por si fuera poco, van y le montan a Piqué -en el Telediario, de TVE, de las tres- una defensa como no hacen ni con el presidente del Gobierno. Vergonzoso nauseabundo, vomitivo; luego dicen que son profesionales, y no valen ni para eso.


-- La Generalidad de Cataluña, que preside el delincuente Arturo Mas, y según publica el diario "ABC" cuenta con listas negras de catalanes "españolistas". Lo dicho, vayamos haciendo sitio para los refugiados catalanes, que se verán obligados a huir del nazismo y de los fascios.