Felipe González, a la altura del betún

Igual que les digo una cosa les digo la otra. Así como el expresidente y exsecretario general de los del pesoé, Felipe González, aglutinaba a su alrededor a una gran mayoría de españoles con su artículo en el "El País" titulado y dirigido "A los catalanes", las declaraciones que hoy hace a "La Vanguardia" (Española) dejan mucho qué desear, más bien hace mucho "cabrear". Otro que donde dije digo digo Diego, o que la plebe es tonta y no sabe interpretar o que lo que hace es malinterpretar lo que él dice o, lo que es lo mismo, que no fue él el que lo escribió.

Ya estamos, con que si la agüela fuma o no. Y se muestra a favor de una reforma de la Constitución que reconozca Cataluña como nación. Este saltimbanqui, ayer dijo aquí lo que sabe que nos gusta oír, o que por lo menos sabe que estamos de acuerdo con él.  Como está en Cataluña, donde tiene más y más amigos desde siempre, pues partidario de Cataluña como nación. Eso no es serio, lo de decir lo que a la gente le guste oír, dependiendo de donde se encuentre. Como tampoco es serio ni mucho menos, el que trate de hacernos parecer tontos, cuando dice que su escrito se ha mal interpretado cuando decía que en Cataluña se estaba yendo hacia el nazismo de Hitler y el fascio de Musolini. que no, hombre, que no, que aquí no hay ninguna mala interpretación, que lo escrito escrito está, y se puede releer cuantas veces se quiera. Que no somos tontos, que sabemos lo que leemos; puede que él no sepa escribir.

Felipe González, al que siempre se le ha considerado como una persona prudente y reflexiva, por eso sus aseveraciones y opiniones han sido siempre respetadas, ha quedado hoy a la altura del betún; más claro, como un verdadero rastrero. Ha perdido la credibilidad, hasta ha llegado a pedir a su compañero de partido -al que tuvo por vicepresidente, de "oyente"- que tenga prudencia con las palabras, a raíz de un artículo de este, de Guerra, en el que afirmaba que desde Cataluña "se está impulsando un Golpe de Estado a cámara lenta". Lamentable, Felipe, lamentable. De hombre de Estado a pasado a fustigador de demócratas. Quien lo quiera, que lo compre. Puede que los disidentes los contraten como asesor, a un buen precio; los mercenarios, a estas alturas, están bien cotizados.

Para elFelipe socialista -no para elFelipe Rey, al menos de momento- todavía existe la posibilidad de un acuerdo, con un cambio más ambicioso, que dé "un proyecto de país" a España. Pero, claro, más de uno nos preguntamos que por qué no lo hizo él, cuando tuvo la oportunidad, siendo durante muchos años el presidente del Gobierno de España. Mejor, como recomienda a Alfonso Guerra, se había callado.

Lo lógico es que haya creado confusión, enfrentamiento y desazón, desánimo e incluso división entre los militantes socialistas. Sólo los que han estado colaborando con los secesionistas y engañando a su electorado están de acuerdo con él, los del PSC; no podría ser de otra manera. Sin embargo, Carmen Chacón le ha dicho que no venga a echar más leña al fuego, que ya tienen bastante con lo que hay. Son dos representaciones del mismo partido en la misma comunidad autónoma. Es el divide y vencerás, aunque lo cierto no sé para qué quiere dividir elFelipe, dónde tiene la ganancia.

-- Aquí, cada loco con su tema. El delincuente Arturo Mas dice que las opiniones de Merkel y de Cameron no sirven para nada; antes bien que buscaba su complicidad. Y afirma que no se ha llegado hasta aquí porque se le haya ido la olla. Ese mismo argumento es el que utilizan los que se están volviendo descerebrados. También ha llegado hasta aquí, porque nadie se lo impedido. Amén.