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domingo, 13 de septiembre de 2015

Venezuela es una democracia, afirma elBarredor

Los cien días de respeto prácticamente han llegado, y las encuestas comenzarán a florecer. La primera, hoy en “ABC”. Manuela Carmena, la señáManuela, como era previsible, la pifió: si hoy se celebraran elecciones municipales, no sería alcaldesa. Al igual que ahora lo es, por obra y gracia del pesoé del defenestrado Antonio Miguel Carmona, hoy dejaría de serlo, para ocupar el “sentajo” de alcaldesa bien Begoña Villacís, de los de keim, o bien la mete patas del pepé, Esperanza Aguirre.
Según la encuesta de “ABC”, los “peperos” ni suben ni bajan, quedándose con 21 sentajos; el “pesoé” pasaría de 9 a 10; los “podemitas” de la señáManuela bajarían dos, es decir de 20 se quedarían en 18; y los de “Keim” obtendrían un concejal más, de 7 pasarían a 8. Así pues, siendo la mayoría 29 concejales, y haciendo los pactos naturales, la señáManuela, la que dice que no es “podemita”, ni comunista -miente, como es su costumbre-, a verlas venir. Todo por un 1, pero al revés. Y esto es ahora, con casi los cien días. Ya veremos dentro de otros meses, si es que para entonces hay ayuntamiento –por su nepotismo- o ha terminado de destrozar la ciudad con sus ideas peregrinas y su mal enmascarado “buenismo”, entre la venganza, el odio, la mala leche y la utopía ilusionante convertida en desazón y desilusión y frustración para los ciudadanos.
Y eso que el “podemita” Pablo Iglesias, elBarredor, decía anoche en un programa de televisión, en La4 concretamente, que la señáManuela lo estaba haciendo estupendamente en Madrid, que era la mejor alcaldesa que podía tener la capital del Reino. Pero es igual lo que se pueda desprender de las encuestas. Ellos, los “podemitas”, y en particular elBarredor, están siempre en posesión de la verdad. Digan lo que digan los demás. Dicen y se desdicen a cada minuto, pero es igual.
Comentaba elBarredor en ese programa que algún líder socialista francés le dijo que iban a quedar los de Pueden por encima del “pesoé”. Y tan contento, porque se lo ha dicho un francés, y eso va a misa. Igual que cuando se hartaba de insultar a los de Iuú llamándolos pitufos y gruñones y que se metieran su bandera roja por donde les entrara; bueno, pues ahora no, ya no, ahora va a pactar acuerdos con espacios de Unidad Popular, sobre todo con el “Caballo de Troya” que sigue teniendo en “Iuú” en Alberto Garzón, como lo tuvo en Tania Sánchez, la del “y punto” y ya se “pilló” el número ocho en la lista al Congreso. Ya ven, les da igual. Todo venía a cuento de que le preguntaron en este programa a elBarredor con quién pactaría tras las Generales. “Salimos a ganar, y como un equipo de fútbol que gana la Champions no sabe lo que va a hacer después”. Eso dijo el valiente. Vaya ejemplo. Eso ni como el que asó la manteca. O lo que es lo mismo, engañando y ocultando la realidad a los votantes. No hace falta que mienta, ya vimos lo que hizo tras las municipales y autonómicas, hasta le facilitó a los proetarras de Bildu llegar a la alcaldía en muchos municipios vascos.
Sobre la condena a casi catorce años de cárcel a Leopoldo López, en Venezuela, no se puede ser más miserable. ElBarredor echaba pelotas fuera: “no me gusta que se meta a la gente en la cárcel por hacer política” y “desconozco el auto” y la remató: “Venezuela es una democracia”. Eso sí toda la culpa de lo que sucedía en el país de Maduro la tenía la “Ley mordaza del pepé”. ¡Manda huevos, vaya rostro!
Hasta donde vi –ya empezaba a aburrirme tanta barbarie-, salió la presentadora Ana Rosa Quintana, bajo el síndrome de Estocolmo. Había entrevistado a elBarredor y poco menos que se le había aparecido la Virgen de Fátima. No sé si busca el puesto de Mariló en “la1”, pero ya ha visto que árboles más altos han caído.


-- Los antitaurinos se manifestaron en la Puerta del Sol, en Madrid. Están en su derecho, digo yo. No estaría de más que alguno de ellos, que actúa de buena fe, se leyera el reportaje que hoy publica el diario “ABC”, titulado: “Antitaurinos, ¿quién los financia? Interesante. Merece que se lo lean. Más de uno se sorprenderá.

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