Pero vamos a ver, este hombre además de ser delincuente es que está, que no
sé ni cómo está. Resulta que está llamando la atención sobre la manifestación
de ayer de la Diada, en la vía no sé cuántos, y la asistencia masiva de
personas, utilizando el número de asistentes para que todos –españoles y extranjeros-
estemos avisados de que esto suyo de la secesión está apoyado y bien apoyado en
sus súbditos. Pero, claro, todo parecido con la realidad es pura coincidencia.
En 2013, acudieron a esa manifestación alrededor de un millón de personas;
en 2014, un millón ochocientas mil, teniendo en cuenta que en ninguna de esas
ocasiones se consideraban reivindicativas. Sin embargo siendo este año “la
marcha de corea del norte” la de la secesión del delincuente Mas, las cifras lo
han sacado de quicio. Los organizadores dan alegremente –pero no convencidos- dos
millones de personas, mientras que la Guardia Urbana daba la cifra de un millón
cuatrocientos, pero, en privado dicen reconocer que setecientos mil; es más, la
Sociedad Civil Catalana (SCC) fija la participación en seiscientas mil personas,
calculando las personas que ocupan un metro cuadrado. Esto es como para hacer
pis y ya saben lo siguiente.
Pero este delincuente, que ya se ve fuera de la política y abandonado por
sus socios -si no traicionado, pero lo mismo ha hecho él con España-, advierte
a España, apoyándose en la “marabunta desfilante” por las calles de Barcelona,
que no amenace a los catalanes con leyes, que no los tome por delincuentes. ¡Vaya
rostro! El delincuente Arturo Mas, que se arropa, como todo vil cobarde en la
masa, dice eso, que no lo consideren un delincuente. Santo Dios, pero si no ha
sido otra cosa más que un verdadero delincuente, en los últimos años
desobedeciendo las sentencias de los tribunales y, lo que es peor, sin cumplir
ni hacer cumplir la Constitución. Ya me dirán, el primer representante del
Estado Español en Cataluña y el primer o máximo traidor al Estado al que
representaba. Y dice que no lo consideren un delincuente. Lo peor de todo –y lo
mejor para él- es que no le apliquen la Ley, con todo su peso.
Mientras el delincuente le dice al Estado de España, que eso, que no los
trate como delincuentes y que no está a la altura del reto democrático catalán,
mientras dice esta sarta de estupideces, desde una parte de los suyos, y en
concreto desde la Asamblea Nacional de Cataluña, se insta a la ciudadanía catalana
que se ejerza la desobediencia civil tras el 27S, si existe algún bloqueo por
parte del Estado. ¡Joer, si eso no es de delincuencia e instigadores a
delinquir, ya me dirán. Y, como no podía ser de otra manera, la desobediencia
no podrían enfocarla en otra cosa que no fuera “tributar los impuestos”. Como
siempre, todo por la pasta.
Pero, tampoco se queda aquí la cosa, porque es que otros socios del
delincuente Arturo Mas, los de “Todo cultural” –habría que saber qué es lo que
entienden por cultura, estos descerebrados- van más allá. Asevera su
representante o líder, un tal Torre, que las manifestaciones, a partir de ahora,
han de ser de otra manera. ¡Báilenlo, si eso no es una amenaza, que se intuye
violenta…! Ya no digo que venga Dios y lo vea; me bastaría que se acercase la
Fiscalía.
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