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martes, 8 de diciembre de 2015

Ultraje a España

Cuando ya dábamos por hecho -aunque no lo asumiéramos- que la Justicia se había olvidado, va y salta hoy la jueza de Barcelona que llevaba el caso de la "pitada" contra el Himno Nacional y coge y dice que esto no ha hecho nada más que empezar. Así de claro, que se inhibe del caso en favor de la Audiencia Nacional. No quiere decir que como Pilatos, sino que razona y justifica el porqué de su decisión. Y miren por dónde, los intríngulis de las leyes, la jueza considera que hubo, entre otros, un delito de injurias al Rey.
Siendo así, claro, la jueza de Barcelona, con la "complicidad" del fiscal, tiene que ceder el caso en favor de la Audiencia Nacional, porque es esta la institución que puede instruir sobre este tipo de delitos contra el Monarca. Menos mal, porque desde el 30 de mayo que se celebró la final de la Copa del Rey entre el Barcelona y el Bilbao ya ha pasado tiempo; llovido, poco. De lo malo, ya digo, el asunto va para adelante.
Pero, no se crean, no, que la cesión ha sido gratuita. Ni mucho menos. La jueza Eugenia Canal acompaña un detallado y exhaustivo informe para que tomen nota los de la Audiencia, donde aporta jugosas novedades e interpretaciones del hecho. Censura la actuación de las autoridades deportivas y de la Delegación del Gobierno, por no tomar las medidas necesarias para evitar la "pitada", cuando era más que público que el "sabotaje" se iba a producir, porque "era notoria la intención de los clubes de fútbol, de su afición y de las asociaciones que distribuyeron miles de silbatos". Es decir, que aquí hay algo más que tomate: directivos de los dos clubes y directivos de las asociaciones implicadas, que tienen nombres y apellidos.
Pero, aún hay más. La jueza hace mención a algo que las autoridades deportivas, o mejor dicho para un buen entendimiento, los "cagaos" de la Federación Española de Fútbol, pasaron por alto, más por ineptos ignorantes que por intencionalidad, y es que en el mismo momento en que se producía la pitada en el Campo Nuevo del Barcelona, muchos aficionados del Bilbao reunidos en el San Mamés para ver el partido por una pantalla gigante hicieron otra "pitada" al Himno de España y sustituyeron el Himno de España por el del su club. Esto para la magistrada es un "ostentoso menosprecio del emblema español". Pues, otro delito más a apuntar, con nombres y apellidos -da igual que sean los ocho vascos, los ocho catalanes o los gonzález y pérez de los maquetos.
Y más todavía, dice la magistrada, el ultraje a España se produjo en el mismo momento en que de una manera coordinada todos esos indeseables -eso lo digo yo- acordaron pitar al Himno de España, incitando, provocando y promoviendo el odio y la violencia. Casi nada.
A ver si esto sigue para adelante desde la Audiencia. A ver si sirve de escarmiento a todos aquellos que decían que no era "ná", que la libertad de expresión es la libertad de expresión. En efecto, cada uno que se exprese como lo crea conveniente, pero que también asuma sus responsabilidades y, si es el caso, que apeche con las consecuencias. Y para que se entere el "risitas" del delincuente Arturo Mas, que estaba justito al lado del Rey de España, y, cómo no, el entrenador de la Selección Española de Fútbol, el duque, al que todavía no le hemos escuchado reprobar la actitud de los "silbantes", tan impresentables como él, Vicente del Bosque.

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