La venganza en caliente del "pesoista" Carmona

La venganza de Carmona contra Aguirre ha sido terrible. He de confesar que Miguel Antonio Carmona, el aspirante a la alcaldía del Ayuntamiento de Madrid por el pesoé, no me caía mal; es más, se me hacía "simpatiquete", pese a ser uña y carne con elCetapé. Desde que me enteré de que cobra 130.000 euros al año por político y por docente universitario -dos empresas públicas-, ya me cae menos bien, y casi, hasta si me apuran, un poquito mal. Tan "repeinao" él, así medio regordete y algo como "achaparrao" y con una no mala labia, pues eso, que hasta me resultaba "graciosete"; ya no. Desde el día del debate con la metepatas "pepera", Esperanza Aguirre, quedó ante todo el país como un gran falsario; pero se ha vengado.

Es que el gachó se mete casi once mil euros al mes. Somos muchos los españoles que no ganamos al año -no es confusión: digo al año- prácticamente ni la mitad de lo que él se embucha en un mes. ¡Joer, y como socialista no puede ganarse esa pasta y, luego, decir lo que va diciendo por ahí! ¡Una cosa es predicar y la otra dar trigo! Coño, la verdad, es que eso cabrea mucho, un gran montón, enorme montón.

Después del debate con laEspe, el tío, que se quedó en pañales -por no decir con el culo al aire, que suena a "caca"- con respecto a sus haberes, se ha debido coger un "rebote" que te "cuagüaslorito". Pues, miren, con un paraguas, y si alguno se encuentra muy dolido que lo abra. Eso le pasa, ya digo, por falsete. Pero, además, a lo que se ve ahora, el tipo es vengativo, y con su venganza pone en peligro la credibilidad del Estado, haciendo dudar a "toquisqui" de la Agencia Tributaria, en su obligación de la velar por la confidencialidad. O sea que, además de todo lo dicho, resulta que Carmona es malo; pues, parece que sí. Y todo por unos cuantos miles de euros al descubierto, lo cual, por otra parte, más vale tarde que nunca.

¡Al grano, que el espacio se acaba! Resulta que después del debate entre la pepera y el de la pesoé, este no hacía más que decir por los sitios, a todo aquel que lo quisiera escuchar, que lo que tenía que hacer laEspe era enseñar su declaración de la renta. Tanto y tanto lo repitió -y acaso entrara a suplicar a alguna iglesia, a algún santo, el de los imposibles- que alguien en el cielo lo oyó y le concedió el deseo; su venganza, un sueño hecho realidad. Y eso que dicen que lo bonito es tomarse la venganza en frío. Este no ha esperado.

Miren ustedes por dónde, sin saber cómo ni quién, la declaración a Hacienda de la lideresa pepera vio la luz. Y la que se ha cogido el cabreo ahora es ella, ella misma, la que pide la dimisión del ministro de Hacienda -el amigo Montoro; otro que, si me apuran, se las trae y se las lleva-, por "in vigilando" -porque es el encargado de que eso no suceda- y cree que ya están tardando en decir "quién filtró mi renta".

Claro, claro que tiene derecho laEspe -y por extensión todos los españoles, aunque sólo sea por morbo- a saber quién fue el artífice de tamaña bellaquería. Pero, no hace falta a que espere una respuesta oficial -que tiene que llegar, y sería lo satisfactorio- para saberlo. Ya se lo dice bien clarito Jhon Muller, en "El Mundo" , que ha sido Carmona, que en su lista al ayuntamiento de Madrid lleva de número cuatro a uno de los inspectores más famosos de Hacienda, Ramsés Pérez. "Velaí", el secreto de la pirámide al descubierto. Sencillo, y parecía tan difícil.

La lógica apunta a que las dimisiones se vayan sucediendo en cascada, comenzando por el ministro Montoro, que ya ha "jugado" bastante con la agencia tributaria. Por que uno de los pilares del Estado, la Agencia Tributaria, la de las "pelas, está en entredicho. Y hoy le ha tocado a ella, a laEspe, mañana a cualquiera de nosotros. ¡Esto es la releche!