Esperando a Otegui

Igual que decimos una cosa, decimos la otra. Bien por la jueza -o exjueza- Rosell, que al encontrarse imputada por delitos bastantes graves, no se va a presentar a las generales del 26J por los podemitas. Renunció a quedar como miembro de la Diputación Permanente del Congreso -donde se encontraría aforada- y renuncia a la lista electoral, por la que, de volver a salir elegida diputada también, sería igualmente aforada. El aspecto negativo es que pueda volver a ocupar su puesto de jueza, porque son muchas las cuitas pendientes, que abordaría con ventaja. Ya me entienden.

No tiene, sin embargo, rubor ni vergüenza -y el partido acogerlo- él líder del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), Diego Cañamero. Ese sí que le echa cara, la suya y la de cinco más juntos. Menudo elemento, menudo historial delictivo. Pero, como siempre, nunca le sucede nada. Vale más caer en gracia que ser gracioso. Que se lo cuenten a sus víctimas, agredidas durante las huelgas de estos sindicalistas del SAT. Pues, nada, que muy probablemente lo veamos de diputado podemita en la próxima legislatura. Será como freír chorizo en la sartén.

Ahora, el tal Cañamero se mueve entre la capital del Reino y su tierra andaluza. Anda por Madrid con un campamento itinerante, de la Puerta del Sol a Lavapiés, emulando a los del 15M, pero pidiendo la amnistía para su camarada el delincuente condenado, y en presidio, el tal Bódalo. Sí, ese, el mismo que le propinó brutal paliza a un concejal de laPesoé en su pueblo de Jódar. ¡Joér! No era la primera vez que este Bódalo agredía a alguien -y seguro, presuntamente, que no será la última, una vez que cumpla la condena con la que se ha obsequiado él solito, que se la ha ganado a pulso.

Pues, ese sujeto es el motivo de la visita a Madrid de Cañamero, que viene a protestar porque su amigo y fiel camarada ha sido condenado a unos añitos de prisión, y dice Cañamero que no se lo merece el mártir Bódalo, que eso no puede ser. Los amigos del sindicato se han hecho trescientos kilómetros y levantado ya dos campamentos en Madrid, porque quieren que elBódalo sea amnistiado, como quieren los podemitas que lo sea el terrorista Alfon, que igualmente pena en prisión.

Hasta la alcaldesa de la Villa ha recibido a los pedingones, a los que ha dado su plácet para que se instalen en Lavapiés y, si a mal no viene, les indicará una casita a okupar, que no pasen las noches al raso, que todavía tenemos un tiempo algo traicionero. LaseñáManuela, que ha sido jueza, se ha mostrado indignadísima, porque considera que el violento agresor elBódalo no ha sido bien defendido y que no se ha hecho justicia con él. Así que también es partidaria de la amnistía al reincidente -más de siete veces- delincuente. Tampoco es nada de extrañar la exigencia de laseñáManuela, ya que por ella más de dos tercios de la población penal de este país tendría que estar en la calle. Cuando eso sea una realidad, la alcaldesa podemita los recibirá a todos, supongo, como ahora ha hecho con los familiares y amigos del delincuente elBódalo, y les escuchará sus cuitas, que ella comprenderá y aunque les prometa el oro y el moro -que por ello no quedará- se irán igual que llegaron. Mientras tanto, seguimos esperando, porque es muy probable, que también reciba al etarra Otegui. Ella dice que recibe a todo quisqui y los etarras no le disgustan.