Prohibido por Ley hablar Español en Cataluña

Ya saben, los secesionistas catalanes, tan democráticos ellos, prevén que sólo los nacidos antes de 1977 puedan utilizar el Español en Cataluña; de ahí para adelante todos unidos por la senda de su Constitución hablando sólo el Catalán, el idioma más universal. Así lo recoge el proyecto de la Constitución de la futura República catalana, de la que cada día vamos conociendo un poquito más, pero que ya debe estar muy avanzada. Los diecisiete sabios que han trabajado en su elaboración -por cierto, con el dinero de todos los españoles- proponen una República presidencialista para allí..

Los padres putativos de esta "Carta Magna" han estado coordinados por el impresentable juez Vidal -que cobra su sueldo del Estado español- y que argumentaba que trabajaba en este proyecto fuera de las horas de trabajo. Como decíamos entonces, un día se "cepilla" a tiros a unos cuantos paisanos -a mejor ser españoles-, pero como está fuera de las horas de trabajo sucede lo mismo que ahora, nada. Pero, la pasta de España le ha seguido llegando, cuando lo suyo, es lo lógico, sería que el Consejo General del Poder Judicial lo hubiera apartado del cargo y el fiscal lo hubiera acusado de sedición y unos cuantos cargos más, que para entonces ya habría tenido tiempo de hacer "gilipolleces" a la sombra, en evitación de que el sol le deshiciera la sesera. Pero, al contrario, él siguió recibiendo asignación inherente al cargo, su mensualidad, aunque luego se retiró, pero luego volvió, o no. Es decir que hace lo que le sale de las napias, sin mayores consecuencias, sobre todo para él.

Entre otras estupideces que recoge el proyecto constitucional catalán, además de que el idioma Español tenga un "estatus jurídico especial", nos encontramos, también, con lo de la nacionalidad para los ciudadanos. Así, los no nacidos en Cataluña necesitarán cinco años de residencia allí para poder acceder a la nacionalidad republicana, no así los valencianos y mallorquines, que sólo tendrán que pedirlo, y ya. Para mayor dislate, se prevé ampliar la nacionalidad a los aragoneses de la Franja, a los murcianos de El Carche, la sierra de Banailla y Yecla, incluso, admírense, se podría hacer extensiva a los italianos de Alguer (Cerdeña), a los andorranos y a los del norte de Cataluña, entiéndase la zona colindante de Francia. Y esto todo en lo que parece ser un primer boceto. En el próximo, como sigan así, hasta puede extender la nacionalidad de la República a los aledaños de Madrid, el valle del Tera, en Zamora y, por el este, a Suiza y Alemania. Luego, no es de extrañar que digan que Cervantes, Colón, Da Vinci y Miguel Ángel, por poner ejemplos varios, sean catalanes. Así, cualquiera.

Ciertamente, ellos no paran, me refiero a los secesionistas catalanes. Digan lo que digan los demás, les importa un bledo, porque mientras no "hazan", y claro está que nadie hace nada para pararlos. Pues, ancha es Castilla, digo Cataluña, que cada día, como vemos, amplía más sus fronteras.

De ahí tanto viaje de el secesionista presidente de la Generalidad catalana, elPájaroEspanta, el hijo del pastelero, el sucesor del otro delincuente, Arturo Mas, a su vez hijo putativo del delincuente Jjjjordi Pujjjol, a su vez jefe de la mafia y clan de los Pujjjol-Ferrusola, quienes, a su vez, siguen gastando zapatos por la calle.

El honorable presidente, además de hacer de representante de los dulces de su padre el pastelero, está estudiando, in situ, la posibilidad de ampliar a otros lugares la ciudadanía catalana. Ya ha estado en Bruselas, de donde salió mal parado, porque no lo recibieron ni los ujieres de las instituciones europeas; ahora, se ha perdido por Londres, donde, miren por dónde, se quejó agriamente al conserje del hotel de que en Europa se "peleen" para que los de la Gran Bretaña no se separen de Europa -pese al paso de Calais- y que nadie haga nada para que Europa admita a la su República como nuevo Estado europeo. El conserje como comprenderán, le indicó con gestos -porque el hombre casi no sabe ni dar los parabienes en Inglés, que el alojamiento se pagaba en la recepción, con nuestro dinero.