Forcadell, a la cárcel

Las sentencias del TC a algunos les provocan carcajadas, hilaridad pura.

Y así no vamos a parte alguna. No avanzamos, mientras que ellos no se detienen

Vale. Por mí, bien, perfecto. La presidenta del Parlamento catalán a la trena. Ya va siendo hora, que, encima, cobra -y bastante bien- de nuestros impuestos, como para que se esté descojonando de nosotros, que es lo que lleva haciendo durante meses, desde su famoso grito de histérica, de batalla, con eso de ¡Viva la República Independiente de Cataluña! Para mí, desde ese mismo instante, por eso que dijo y donde lo hizo, debería estar ya en la sombra, y no tomando el sol allá en la playa. Aunque sea, coñe, sólo por falta de respeto a los demás. O, al menos, una inhabilitación, como a Otejjji.

A ver si el Tribunal Constitucional hace caso a la Fiscalía y da una respuesta "más intensa"  -y más rápida, diría yo- a esta elementa. Es decir, que se deje de tonterías este Tribunal y que la empapele, por la vía penal. Por esa vía, eso ya duele. Porque fue ella, como presidenta de la Cámara catalana y como golpista confesa, la que permitió que se aprobara el camino de la desconexión entre la región española catalana y el Estado de España. Pues, si hay que mantenerla habrá que hacerlo, tanto en la tierra como en presidio, que para ella sería la gloria, como víctima, como heroína de la causa independentista. Pero, eso no importa, siempre que lo haga desde allá adentro.

Es que se conoce que el Ministerio Fiscal ha descansado bien en estas vacaciones. Viene fuerte. Le pide, el tío, al Tribunal Constitucional que esa respuesta suya, del Tribunal, "más intensa", que con ella, con la respuesta, se proteja la autoridad del propio Tribunal. En conclusión, que no se deje torear, el Tribunal, y que cuando dice digo quiere decir digo, donde digo digo. Y a cumplir. Porque es que no es que lo parezca, sino que es la realidad, sus sentencias les entran por un oído y les salen por el otro a los independentistas; a algunos les provocan carcajadas, hilaridad pura. Y así no vamos a parte alguna. No avanzamos, mientras que ellos no se detienen. Haciendo trampas, así cualquiera. Lo peor es que las hacen al descubierto.

Que digo que el Fiscal ha cargado pilas al sol, y ahora clama al cielo y al Tribunal Constitucional para que aperciba uno a uno, de manera personal, a cada integrante de la Mesa de la Cámara catalana y del Gobierno de Cataluña para que se dejen de zarandajas independentistas, que se están pasando un pelín -más bien una peluca frondosa- y que les puede caer un puro, como en la mili. Y el que avisa no es traidor; los independentistas golpistas, sí.

Bien, bien, todo muy bien, perfecto, digo. Pero, ya tenemos ganas, y demasiado estamos esperando, de que toda esa teoría se haga una realidad práctica, palpable. No lo de la independencia, no, sino la aplicación máxima de la Ley. Por chorizadas de menor calibre hay gente en la cárcel. Oigan, que si es por falta de espacio, tampoco va a costar tanto construir un anexo, junto a cualquiera de las existentes en la región. Ellos tan contentos con prisión nueva, aunque nos la independicen.