Otegui azuza a sus cachorros

Los etarras exigen la liberación inmediata de dos detenidos

y que la Guardia Civil se vaya del País Vasco

A ver, hombre, a ver si resulta más verdadero que falso, que como dice el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, "no habrá impunidad" para los cachorros -algunos no tan pequeñitos- etarras que en la madrugada del sábado agredieron brutalmente en Alsasua a dos guardias civiles y a sus mujeres. Además de heridas y magulladuras, uno de los guardias tuvo que ser ingresado y operado al presentar un tobillo fracturado. Como decía la podemita asaltacapillas, otra delincuenta, laRita, cuando los manteros atacaron a dos municipales en Madrid, sólo se trató de un escarceo, de unos empujoncitos de nada; pues, los batasunos, ni eso. 

Los despreciables e impresentables dirigentes batasunos y bilduenses, los del etarra elOtejjji -el hombre bueno y de paz, como lo llamaba elCetapé- están cuestionando la veracidad de los hechos. Para estos sinvergüenzas -que lo son, aunque no hubiera habido este ataque - lo que se está haciendo es construir "un relato oficial de los hechos supuestamente acaecidos" y que lo difundido por la Guardia Civil, viene a contradecir "lo narrado por diversas fuentes", que, supongo yo, serán las fuentes sanguinarias de los asesinos etarras. ¡Como para fiarse!

Semejantes majaderos acusan a la Guardia Civil de estar creando crispación en la localidad de Alsasua, porque, claro, quieren detener a los bárbaros agresores, repito, en manada: cincuenta contra dos guardias civiles de paisano -que si iban armados, no lo sabemos todavía- no hicieron uso, cabalmente, de las reglamentarias y se defendieron como pudieron, o más bien trataron de defender a sus mujeres de esa jauría salvaje.

Como habrán observado, si han leído el comunicado de los de la izquierda aberchale, en ningún momento repudian el hecho, del que dudan que se haya producido, y exigen que se ponga en libertad, de manera inmediata, a los dos detenidos sospechosos de haber participado en la brutal paliza; por otra parte, culpan a la Guardia Civil de ser los responsables de que se produzca crispación entre la sociedad, por lo que, alegremente, exigen que la Benemérita abandone Alsasua y, en definitiva, el País Vasco.  Sólo les ha faltado añadir que, de lo contrario, se atengan -nos atengamos los españoles todos- a las consecuencias. Está claro que elGordo etarra ni está arrepentido, y mucho menos reinsertado, ni sabe perder y azuza a sus cachorros mamones a la violencia. Y vuelta a empezar.

En una cosa sí que tienen razón los etarras en su comunicado y es que, a día de hoy y a estas horas, no hay presentada una denuncia por lo sucedido, contra los agresores. Que se sepa, ni jueces ni fiscales han actuado para nada; quizás, porque están de asueto de fin de semana. Estamos acostumbrados. Ya veremos mañana. Que estén seguros los etarras de que amanecerá sin su permiso y de que habrá jueces y fiscales y guardias civiles y, por supuesto, terroristas.

Aquí lo único cierto es que tan sólo han sido detenidos dos de los cincuenta matones agresores y que, tan sólo el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE) ha anunciado que denunciará a los agresores de los dos guardias civiles y de sus esposas por un "delito de odio en conexidad con delito de terrorismo y por atentado contra la autoridad". Confiemos en que "el ánimo" y apoyo de Rajoy no caiga en saco roto, una vez más.

Pues, ya ven, en esas estamos. Cría cuervos y te sacarán los ojos. Porque al menos uno de esos cuervos agresores fue de los etarras excarcelados que en el pasado mes de marzo se quedaron atascados en la nieve, "acongojaos los valientes", y tuvieron que pedir auxilio y socorro a la Guardia Civil para poder salir del atolladero. Uno de los guardias civiles agredidos participó en el rescate; al menos uno de los agresores estaba entre los rescatados. Son las cosas de la vida, son las cosas del querer.