El amigo NicoMaduro, el ínclito, se entiende de los
podemitas ElPabloManué y elRatadelMetro de Madrid, no hace otra cosa que pensar en él, en elPresiRajoy. Cuando un problema se le agrava –y son demasiados los
que tiene- la carga con España,
centrándose en el de laPepé; a elCetapé sólo lo quiere como excusa,
porque, a lo que parece, la oposición al venezolano no lo quiere ver ni en
pintura, pese a lo que, presumiblemente, haya colaborado en la puesta en
libertad de Leopoldo López.
NicoMaduro llama
al presidente de España narizotas, por meterlas donde no lo llaman; no es la
primera vez ni será la última. Y, elCetapé, callado “comounputas”. Es que no
sabe NicoMaduro –es que ni siquiera se lo imagina- que todo lo que toca
elCetapé se convierte en estaño. Ya ve el venezolano cómo nos dejó lo de Cataluña, el pavo. Más le había valido
ajuntarse con la oposición –más habría ganado- que con elCetapé. Aquí, nos
heredó un país “destrozao”, peor que una familia desestructurada, que es que se
enteraba de las cosas por los periódicos y la crisis se la encontró sin saber
por dónde había venido. Al menos, en Venezuela,
de tanto arrimarse a elNico, ha servido
de revulsivo a la oposición, que avanza imparable a destronar al dictador,
pagando, eso sí, un fuerte tributo en muertos, carestía, miseria y necesidades
básicas en estado lamentable.
Y quiere el gachó
bolivariano minimizar el referéndum de la su oposición y la formación de un
Gobierno paralelo, ensalzando a los golpistas de aquí. ¡Vamos, hombre, iros –del verbo ir, idos- todos los tuyos y los podemitas
de aquí a tomar por donde se comienzan a “tejer” los cestos! Lo del UnoaCero es otra historia.
Y, a lo que
íbamos. Porque si ayer nos encontramos con la dimisión “política” del que fuera
director de los Mocetes de la Invencible,
hoy nos encontramos con la del director del 112 catalán, también por razones políticas y en solidaridad con el
consejero del ramo, cesado –que se echó a un lado, vamos- por elPuigidemón, el hijo del pastelero.
Pero, no preocuparse que pronto tendremos al sustituto, otro talibán –que como
al anterior, le daremos pena los españoles- como el que sustituyó al dimitido –antes
de que lo echaran- jefe de los Mocetes. Por cierto, andan estos diciendo por
ahí, los sindicatos de los Mocetes, que no metan al cuerpo en los líos
políticos; la verdad, nada tienen que decir, ni temer. Lo suyo es obedecer y
hacer cumplir las leyes, que para eso están. Y punto.
Lo que sí resulta
inquietante es, de ser cierto, que el Gobierno de España pueda llegar a
permitir celebrar el referéndum del UnoaCero, pero, de tal manera, que este
resulte un fiasco, un fracaso total, más aún que el del 15N. Desde luego que sí, que los independentistas quedarían en el
más absoluto de los ridículos, se les caerían los palos del sombrajo, y de ahí
a casa. Pero, no más harían el chorras que el propio Gobierno de elPresiRajoy, a quien se le llena la
boca afirmando que el UnoaCero no se va a celebrar. Para ese camino no habíamos
cargado al burro con esas pesadas alforjas.
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