Resulta
asombroso, hasta el punto de tener que exclamar, y de manera macarrónica, lo de
alucinas vecina. El ex juez del Supremo,
José Antonio Martín Pallín, harto
conocido por su ideología de izquierdas, hacía días atrás unas declaraciones al
periódico El Mundo, de las que se
deduce lo de la vecina. Es que a las pocas líneas ya induce a pensar si el
periodista se quiere cebar con elPallín o es que el juez emérito de la Sala de lo Penal del Supremo está
realmente convencido de lo que dice. Y quedémonos ahí, por no especular sobre
otros aspectos personales del exjuez.
Es
más que evidente que toda su visión sobre la situación por la que atraviesa la
comunidad autónoma española de Cataluña,
o si prefieren, por abreviar, la región catalana, es vista por elPallín desde la óptica de un
militante de izquierdas, y un poco más. Lógicamente, al Gobierno de elPresiRajoy
lo pone a caer de un burro, lo cual no es nada difícil, ni desde la perspectiva
de izquierdas ni, incluso, de derechas. Pero, hombre, de ahí a salvar a los
golpistas como si no hubieran roto un plato, me parece que es pasarse más de
dos pueblos seguidos.
El
caso es que sí está de acuerdo con los recursos interpuestos ante el Constitucional contra la Ley del Referándum y la Transitoriedad Jurídica y Fundacional de la República y reconoce –como
no puede ser de otra manera- que el Constitucional las anuló, Pero, a renglón
seguido, apunta que ahí debió terminar “el conflicto jurídico, político y
constitucional”. Evidentemente, ahí no acabó nada. Y elPallín hace una
insinuación: “alguien deberá explicar algún día qué sucedió; y dar la cara por
las sanciones penales interpuestas a los exmiembros del Gobierno de Cataluña”.
De
esa grave insinuación, a la que no se atreve a dar una respuesta el valiente
militante de izquierdas, de deduce que sus otrora compañeros de toga están “compinchados”
con los poderes políticos, entiéndase el Gobierno de la nación –incluso los
partidos constitucionalistas para aplicar las sanciones penales a los políticos
catalanes. Eso es, repito, muy grave, por cuanto pone en duda la independencia
de los poderes del Estado.
Por
tanto, cae por su propio peso la conclusión a la que llega el exmagistrado: las
sanciones –la prisión a los golpistas- son excesivas. Prefiere pensar que son
causa de un exceso de celo, que “en este caso es una equivocación total”. En su
análisis –Dios mío, que análisis-
termina concluyendo sobre los golpistas –lo de golpistas lo digo yo- que “no hay
visos de delitos de rebelión, ni de sedición, ni tan siquiera de malversación”.
Y sobre esto reta de manera tajante: “lo discuto jurídicamente en cualquier
foro”.
Pena,
penita, pena, que no expusiera en la entrevista los argumentos que esgrimiría
en una discusión en un foro. Habría que conocerlos. Pena que el periodista no
pudiera sacárselos, si es que lo intentó. Pero, desde luego, al que más le
habría gustado conocer en activo y que los hubiera juzgado serían Tejero, Armada y Milans. O en su
caso a elPuchi, Junqueras, Forcadell y el
trapero de Trapero. Todo un
hombretón de izquierdas juzgando a unos golpistas. O no.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentar con respeto