No sé, hombre, no sé. Quizá el próximo asalto al
territorio español lo realicen los migrantes subsaharianos a “golpe” de
armamento ligero, con cétmenes o los homólogos rusos. No sé. Pero, desde luego,
la última violación del territorio español da qué pensar. Más de seiscientos
indocumentados se han “colao” de madrugada en España con y por la violencia, hasta han agredido a los agentes
españoles en suelo español, una vez cruzada la frontera, para lo que se han
valido de lanzallamas caseros, elaborados con espray, de palos de cal viva, de
piedras, de cagadas y de orines, que han lanzado a la policía española.
Total más de un centenar de heridos migrantes y una
veintena de agentes españoles, que se han visto impotentes para detener la
avalancha de los subsaharianos. El Gobierno de Sánchez ha prohibido a las Fuerzas
de Seguridad del Estado el lanzamiento de las pelotas de goma, que, al
parecer, era la única manera de retener a los asaltantes del territorio español.
El efecto “llamada” provocada por elCetapé, perdón, es decir por elPedroQué?
y el ministro de los Interiores, Marlaska, con el acogimiento y
recibimiento de miles de migrantes por el mar, ha provocado, sin duda, lo que
era de esperar, este “salto” al asalto de la valla fronteriza de España en Ceuta con el país vecino Marruecos. Cuando se retiren todas las
concertinas –las cuchillas que tienen las vallas en su parte superior-, los
asaltos serán más continuos y, cada vez, más numerosos y más peligrosos para
los agentes españoles, que han solicitado al Gobierno más refuerzos humanos y “herramientas”
para poder evitar estos y otros males mayores. ¡Pero si te he visto ni me
acuerdo!
En cualquier caso, alguien del Gobierno español –no digo
ya elPresiSánchez, que está para
otras fiestas, culturales o no, y nocturnas o no-, debería estar dando ya
explicaciones a la ciudadanía de lo acontecido en este inhabitual “salto” de la valla, en el que los
migrantes han escogido –causalidad de las causalidades- un lugar, un punto
oscuro, desde donde no son localizados por las cámaras, y que hayan utilizado
tanta violencia contra los agentes españoles, a los que han atacado con “lanzallamas”
y con cal viva. Las pedradas, incluso los palos, la mierda y los orines parece
que era algo normal hasta ahora. Pero, la cal viva y los lanzallamas ya es otro
cantar, como los cócteles molotov que ha localizado la policía y que, al
parecer, no les dio tiempo a los asaltantes a utilizar.
Cierto que este problema no es solamente de España,
del Gobierno de Sánchez, sino que lo es de toda la Unión Europea, mientras muchos países se lavan las manos como si
con ellos no fuera la cosa, principalmente los del norte de la Unión, que hasta que lleguen allí las
oleadas de los migrantes tienen que recorrer mucha Europa; luego se les controla mucho más fácil, llegan menos.
No es menos cierto que el Gobierno español ha de
controlar, por su parte, estos asaltos y violaciones del suelo español, y sobre
todo con tanta virulencia y violencia contra nuestros propios agentes. Estos
asaltos ya no son como los de antes: son masivos, con armas como nunca antes
habían utilizado y sabiendo el sitio exacto por donde poder cruzar, desde donde
no se les ve con las cámaras.
Aquí se está produciendo algo más, que queremos saber.
A parte de la pasividad ordenada con la que puedan actuar los policías
marroquíes, tras el desprecio al rey de Marruecos
por parte de elPresiSánchez, que en su primera visita internacional prefirió
irse a Francia en vez de visitar al
vecino de “abajo”, como es costumbre y tradición de todos los primeros ministros
españoles en su primera salida al extranjero.
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