No es por dar la brasa –que también, y ustedes no disculpen-,
pero qué es de lo suyo va viento en popa a toda vela, como el velero bergantín.
Entre ochenta y cien mil euricos que se va a embuchar Begoña Gómez, la mujer de rojo, la primera dama, la esposa de elPresiSánchez. Que para el que no lo
sepa –como los de laPepé, que parece
que ni se han enterado- ha sido contratada por el Instituto de Empresa, para dirigir su sección de África. Dicen que llevaban en negociaciones
las partes desde diciembre y que ella era buscada por su título de licenciatura
en marquetines y esas cosas; era la gran deseada.
A medida que van pasando los días y se van sabiendo
las cosas –y las que vendrán-, nos enteramos de que su título ni es oficial ni
equivale a una licenciatura. Ella sigue vistiéndose de rojo. De lo de las
negociaciones, el asunto está dando que hablar. Porque sí parece que es cierto
que éstas se iniciaron en febrero, pero de manera “tímida”, cuando ya elPedroQué? era secretario general de laPesoé. Algo es algo. Cuando realmente
se avanzó en la negociación fue hace tan sólo dos meses, cuando Pedro Sánchez era ya presidente de Gobierno, gracias a la moción de
censura en la que lo apoyaron, golpistas, nacionalistas y etarras.
Con Sánchez ya en La Moncloa –según El Mundo-, las negociaciones se
aceleraron para la contratación de Begoñita.
La clave fue el marqués se la Romana,
de los grandes de España –y de los
listos, como el conde de Godó-, que
se reunió con el ministro de los Exteriores,
Pepe Borrell. El encuentro entre
Borrell y Diego de Alcázar tuvo
lugar en el hotel Wellington. Ahí se
cocieron los garbanzos de Begoña Gómez
y la vergüenza de laPesoé.
En laPesoé parece que el caso ha sentado peor que en
laPepé. Lo que sucede es que los que tienen que hablar –y se callan- son los
estómagos agradecidos a Sánchez por sus nombramientos respectivos y los que
pueden hablar sólo lo hacen a hurtadillas, por un por si acaso. Pero, lo cierto
es que los unos y los otros, siempre a micrófono cerrado, están que echan las
muelas. Lo del viaje en el avión a Castellón
y el trabajo de Begoñita son
considerados dos graves errores de Sánchez, y se temen un tercero, de
incalculables consecuencias electorales. Aunque el CIS le dé a laPesoé ganador en cuarenta provincias, si hubiera
elecciones en estos momentos. Aunque hay que tener en cuenta, igualmente, que
el recién nombrado director del CIS
en amigo, de los más íntimos, de elPresiSánchez. El que quiera entender que lo
entienda.
A Sánchez, a lo que se ve, las críticas se la sudan,
tanto las internas como las externas. Los de Ciudadanos opinan que debe dar explicaciones en el Congreso. Sánchez, ya digo, passsa de
ello y de ellos. Por lo que se refiere a laPepé, los de Casado se limitan a callar. Es para que vean los de laPesoé lo que
están haciendo con Pablo Casado y su
máster. Resulta que, además de don “Tancredos”, se han vuelto “buenistas”. En
fin.
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