O sea que, en
efecto, el presidente del Gobierno
de España, elPresiSánchez, ya ha regresado a este nuestro país. No se sabe si
para lavar la ropa sucia mientras hace de nuevo las maletas o ya es para
quedarse, como era lo previsible después de que ganara la moción de censura, con
el apoyo, entre otros, de golpistas y etarras. A la vuelta de su periplo
americano se ha encontrado con un Gobierno al borde del ataque de nervios, con
algunos ministros en expectativa de nuevos destinos y algunos otros diciendo
tonterías en tanto en cuanto hacían tiempo hasta que de nuevo estuviera aquí, y
de cuerpo presente, el titular de la silla de La Moncloa.
No vean qué cabreo
el de elPresiSánchez por el apoyo del nazi de la Generalidad a los de los CéDerres,
y sus cachorros de Arran. Ya se lo ha mostrado a elQuinito. Sánchez -fíjense qué duro él-, le ha espetado al perturbado
mental de la Generalidad -sí, realmente, requiere asistencia psiquiátrica permanente-
que, coñe, que así no se hacen las cosas, que él, arriesgando todo y
traicionando a toda España, lo que quiere es dialogar, que para eso ya le ha
dado un extra en la paga de más de mil quinientos millones de euros, setecientos
para los mocetes de la Escuadra,
para rearmarlos bien y pertrecharlos mejor. Jobar, que no siga el demente por
ese camino que va a dar al traste con el diálogo emprendido por el Gobierno,
diálogo que sólo practica elPedroQué?,
mientras el loco independentista continúa preparándole la envolvente y
alegrándose del monólogo. ¡Quién se lo iba a decir a Sánchez, cuando hace un año estaba en el paro, que ahora esté en disposición de poder vender España por ni tan siquiera un plato de lentejas!
Bueno, no pasa
nada, que Sánchez, como Cristobalito, sigue en lo del diálogo.
Por si fuera poquito el enjuague -producido por el vértigo del miedo, vaya
usted a saber- ha encomendado elPresi a la “portavoza” del Gobierno, laSeñáCeláa a lavar la ropa de los
socios “nacional-socialistas”, los nazis de la Generalidad. Vamos a ver cómo se
las maravillaría ella para que no se consideren ofendidos y menos aún, puedan
mal interpretar la falsa regañina cariñosa de elPresi. A ella no le parece que
el descerebrado independentista “llamara a la violencia”, aunque sí lo
responsabiliza de haber agitado a la calle con su arenga y animara a los CeDerre
para que siguieran “apretando” por la independencia. Ni con Perlán lo lavaría
mejor la ministra, ni encontraría mejor argumento para la contradicción o, si
lo prefieren, el absurdo.
LaSeñáCeláa vive
otra realidad; está en Babia, o en
las Batuecas, que, para el caso, es
los mismo. Luego se queja de que los periodistas le hagan preguntas
impertinentes, que tampoco son tantas las preguntas que le hacen, entre
impertinentes y las que ella pueda considerar normales. Por eso ella y la
vicepresidenta Carmen Calvo -la
mentirosa, que sigue sin dimitir por su trola en relación con el viaje de
elPresi a Castellón- andan
preparando una argucia para ver cómo se pueden cepillar la libertad de
expresión, pero más centrada en la libertad de prensa. Como excepción se han
agenciado un libro de cabecera, es decir que tratan de leer un libro: Ley de Prensa e Imprenta, de Manuel Fraga Iribarne. Por algo se
empieza, digo a leer.
El otro, por su
parte, me refiero a “el hombre bajito y cabreado” y feo, elPuchi, tergiversando la realidad, como siempre. Esta vez no le ha
salido bien, y por más que quiera -él y el director de los mocetes lavar la
cara los CeDeerres- convencer a Europa
de que los enmascarados y violentos que ayer sembraron el pánico en las calles
de Barcelona e intentaron asaltar el
Parlamento catalán, sí son
independentistas, como es violenta la policía de la Generalidad, la de los
mocetes de la Escuadra, los que les zurraron de lo lindo a los violentos, que
fueron incitados a ello alentados por el nazi. Ahí se descubrieron los independentistas
ante Europa tal como son: violentos y anti democráticos, manipuladores y
mentirosos, con una policía más violenta aún. Eso duele, a los fanáticos
independentistas, claro.
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