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jueves, 5 de septiembre de 2019

Guerracivilista salvaje


Y va el elemento este y se nos llega hasta Madrid para amenazar e incitar. Sí, el mismo que viste y calza, el nazi xenófobo de la Generalidad catalana, o lo que es lo mismo el gilipollas –que no sé si es peor- independentista-secesionista y aspirante a golpista y prisionero. Lo triste es que nadie lo lleve ante los tribunales. Pero ya. El juez no actúa, supongo, porque no hay denuncia contra el nazi y la Fiscalía tampoco, porque el xenófobo es amigo de laPesoé, y más en concreto de Sánchez.


Pero, vamos, si lo que está haciendo y diciendo ese hombre no es delito, se explica que en Barcelona haya tanta delincuencia y tanto delincuente inmunes. Tendrán que ser de nuevo los de VOX –y acaso esos tampoco- los que presenten denuncia contra el hombre primitivo, como hizo contra los golpistas catalanes. Porque tras su intervención en la capital del Reino, el delito está cometido de manera fehaciente.

El catalán ha anunciado a bombo y platillo –más a bombo que a platillo- que los secesionistas no van a aceptar la sentencia condenatoria de los golpistas –hoy en prisión, a la espera de lo que dictamine el Tribunal Supremo- y que va a movilizar al pueblo catalán para que tome las calles, como los chinos, lo que sucede que no son tantos. Sin violencia, eso sí, que los secesionistas van a hacer una revolución alegre, porque, como siempre, ellos son demócratas y pacíficos.

Precisamente, fíjense qué pacíficos son, que es muy probable que la pena que les imponga el Supremo sea por rebelión, para lo cual el Tribunal ha de considerar que durante la jornada del 20 y otras de octubre del 17 hubo violencia. Sí señor, y mucha.

Pues, ya me dirán si no hay razones suficientes para empapelar al gilipollas, que, públicamente, y con difusión –delante de muchos medios de comunicación- ha anunciado con antelación que los nacionalistas no van a aceptar la sentencia del Supremo, que ya da por condenatoria, y que va a sacar a la gente a la calle. Por un lado –aunque en eso de las sentencias ya estamos acostumbrados a que los catalanes se la pasen por el triángulo de gallumbos - no van a obedecer a los tribunales y, por otro, está incitando al odio y a la violencia a sus huestes, este guerra civilista.

De todas formas, está por ver en esta ocasión cuántos catalanes van a seguir sus consignas y sus llamamientos. La gente está muy cansada de tanto papelón de los políticos catalanes –o de gilipollas varios-, que cada día más, se ve que lo suyo es el dinero, para ellos y los suyos. La gente normal y decente se está cabreando. Y está harta de que la sangren con aportaciones voluntarias, cuando no coactivas, para realizar donativos para todo: publicidad, cartelería, para elPuchi, el cobarde de Waterlóo. Esperemos al día once, y veremos.

Todo se traduce en una lucha de intereses entre los seguidores del de Waterlóo y los del señor de los barrotes, Oriol Yunqueras. Este último quiere elecciones regionales para zamparse a elPuchi, mientras que este lo que quiere es la investidura como el presidente legítimo de la Generalidad. El Puchi, a favor de la intransigencia, a lo que el otro responde con la falsa moderación de un mártir de la causa. Como si fuera el patriarca, declara a la SER, desde la cárcel, a lo Churchill, prometiendo sangre dolor y lágrimas. Aguántelos ustedes a los dos si quieren. Para mí, tan gilipollas es el uno como el otro.

Viene a ser algo similar a lo que está sucediendo con el presidente de laPesoé, Sánchez, y el podemita de extrema izquierda, elPabloManué. Piensa elpodemita que Sánchez lo vetó, porque no soportaría que alguien en el Consejo de Ministros le hiciera sombra, así que “el problema es Sánchez”. Pero, claro, imaginarse pueden que Sánchez pensará lo mismo, pero sobre el podemita. Menudos par de ególatras. Dos problemas para el país.


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