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sábado, 19 de octubre de 2019

El nazi, una mente castrada

¡Hay que ver! Lo de estos sinvergüenzas no tiene nombre. Después de una semana entera de violencia en las principales calles de las provincias catalanas, los "pacifistas" y "demócratas" independentistas-golpistas, los de "la revolución de las sonrisas" continúan, erre que erre, que ellos son pacíficos y demócratas y que los malos son los infiltrados. ¡Cara duras! ¡Laparió! Han causado heridos -algunos, como un policía nacional que se encuentra en grave estado-, han destrozado contenedores, han quemado coches y hasta levantado adoquines para atizar a la policía.

Pero, los malos son los infiltrados. ¡Dónde coño están los infiltrados! Los causantes de todos las víctimas y destrozos han sido los independentistas, los violentos que han seguido al pie de la letra los dictados del nazi xenófobo de la Generalidad catalana y de su superior, el delincuente cobarde huido de la Justicia española, elPuchi, instigador a su vez del violento y terrorista "Tsunami democrático". Lo que sí está más que claro es que somos todos los españoles los que vamos a correr con los gastos originados por estos violentos separatistas.
¡Laparió" a ellos y a los que en Madrid -que también son ellos- han pretendido alterar la paz de la capital de Reino. Pero, aquí, la policía ha sido más explícita. ¡Queréis juega, pues la vais a tener! La carga no se ha hecho esperar contra estos separatistas que protestaban por el regalo de sentencia que les ha hecho la Sala Segunda del Tribunal Supremo, presidida por el juez Marchena. Han bastado unas breves carreras, un corte de tráfico en la Gran Vía y, ala, a tomar por donde se empiezan los sacos. Lo que no han hecho los Mocetes de la Escuadra en Cataluña. Que digan lo que digan de las coordinaciones policiales, está todavía por ver y analizar lo que ya cabe calificar de vergonzante actuación. Y la Guardia Civil nos dirá si fueron ellos, los mocetes, los que propiciaron a los indepes el acceso al aeropuerto de Barcelona.
Estos tampoco, los mocetes, engañan ya a nadie. Una buena disolución de ese cuerpo, y a correr. ¡Que ya está bien de disimulo! No digamos de los bomberos catalanes. ¡Con la de gente que hay en paro! Estos todavía más impresentables. Ya lo fueron cuando la violencia -que, por cierto, no vieron los magistrados del Supremo- del referéndum del UnoaCero. Y ahí siguen.
Por cierto, como hemos podido ver, que no hemos visto nada, los que no asoman ni el morro son los guardias civiles. El ministro de los Interiores, Marlaska, no los traga y los ha escondido. Eso sí, los violentos indepes se han aprovechado de ello para cercar algún que otro cuartel con guardias y su familiares. Aterrorizados estaban los del Cuerpo, más por el peligro en que han estado sus familias que por ellos mismos, impedidos a defenderse y defendernos a todos por capricho del ministro Marlaska, que continúa con su propia campaña de blanqueo.
Mientras tanto, el guerracivilista presidente de la Generalidad y el presidente del Gobierno de España, a lo suyo. Con la comedia para adelante. Sánchez no quiere hablar con el nazi hasta que este condene la violencia -mejor habría quedado diciendo el terrorismo- y el otro chuleando de que á el nadie le da lecciones de nada. Y en realidad tiene razón, porque una mente castrada como la suya no entiende de lecciones, ni de "ná", solo de violencia. 

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