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miércoles, 26 de noviembre de 2014

Freixenet, lo nuestro y lo de ellos

Muy bonito el anuncio de Freixenet para estas navidades. Entrañable. Desde hace muchos años, generaciones de españoles anhelábamos en las vísperas de Navidad contemplar lo novedoso de lo que era lo mismo. Lo teníamos como algo nuestro. Aunque -!mecachis!-, en los últimos tiempos lo vamos considerando como algo de ellos. Qué pena tanto esfuerzo empresarial, para que los chulos, sin vergüenzas y delincuentes de los nacionalistas lo echen todo a rodar, porque les da igual, todo por la borda, vamos que ni se lo piensan. !Que se la suda! Y que ustedes/vosotros los empresarios catalanes se lo permitan, es lastimoso. No se crean que nos vale de mucho eso de los cien años juntos, miren, es que hasta nos suena -connotación- al slogan de un partido político que decía ser muy honrado. Sí. Porque es muy probable que este año sus ganancias navideñas en España sean considerablemente más bajas, pero no sólo las de Freixenet, sino todas las de todos los productos catalanes. Conmigo no cuenten para hacerles gasto. Échenle ustedes la culpa a los que la tengan o, mejor, enfréntense a ellos, aunque ya no sea por cuestiones políticas, sino, porque, al fin y al cabo, la pela es la pela. Por si fuera poco, el traidor y delincuente Mas les volvió a echar ayer otro jarro de agua fría a sus productos, a sus esfuerzos, a su trabajo, a sus desvelos, señores empresarios de Cataluña. O no, en las vísperas de Navidad.

Lo entendemos, pero no lo compartimos. Ustedes/vosotros los empresarios catalanes, aguantan mucho, mucho, y hacen como que se dejan engañar. Desde luego, tienen que pasarlo mal, pero no se rebelan contra quienes les roban, que no es España, sino Mas, con sus pretensiones, los Pujjol y toda esa panda de acólitos delincuentes que les acompañan.
Pero, por si les sirve de consuelo -!mal de muchos, consuelo de tontos!-, aquí también nos roban. Hoy mismo, el juez Ruz considera  a la ministra de Sanidad, Ana Mato, sí esa, la que no veía los coches en su garaje, partícipe a título lucrativo de delitos cometidos por su marido en el caso Gürtel. Ya ven. Hay más: Bárcenas, Hundargarín (o como se llame) -ya veremos qué pasa con su enamorada esposa- y muchos más como los de los ERE de Andalucía. Y más, mucho más. Pero, fíjense, ustedes/vosotros los empresarios catalanes, algo hay todavía en común: que nadie devuelve los dineros choriceados, ni, por supuesto, los intereses que esos dineros habrían generado, y que son muy pocos los que están entre rejas.
En fin, no porfiaremos demasiado, no siendo que, encima, nos vaya a tocar a nosotros. Porque alguien pueda entender que queremos decir que los fiscales y los jueces no cumplen con sus obligaciones, pero que sí cobran todos los meses. No, por favor, ni lo insinuamos.
 

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