Pablo Iglesias, El Barredor

Oigan ustedes, que viene Pablo Iglesias, El Barredor. Que sí, que sí, con las rebajas económicas. !Viernes negro! Ya pueden ir escondiendo las gallinas, los pollos, los conejos y hasta los marranos: !no le quites ojo a tus ovejas, Bernardo, por si acaso! Menuda la van a liar estos de Podemos, con sus innovadoras y comunistas propuestas, que avanzaban ayer. Hoy, acaso, sabremos más.

No obstante, El Barredor, todo xhulín él pero algo desmejorado, presentó eso, flanqueado por algún que otro catedrático -sí, sí, catedrático, tal cual lo leen, de la Universidad, sí; eso, de la Universidad-, que han elaborado para Podemos, en exclusiva, su ideario económico. Y disculpen que me tome la licencia, pero es que en este país -de momento, llamado España- hasta el más tonto monta relojes.

Bueno, pues que nos estamos frotando todos las manos, porque esto está arreglado. Ya Podemos irnos tranquilos al cosque marrosque, porque el día amanecerá, que no es poco -como en la peli-, entre lágrimas de emoción y sonrisas, entre abrazos y enhorabuenas, entre crédulos tornados a creyentes. Aquí no habrá  más problemas, porque al que le guste, bien; al que no, que se vaya.
El Barredor Pablo Iglesias adelantaba, todo xhulín él, lo que es el esbozo de lo que será su programa político económico; sólo (acentuado, porque el autor lo quiere) lo dejaba entrever muy poquito: aumento del gasto público -Dios, lo que se nos viene encima-, mayor poder para los sindicatos -todavía más y más inmunes, santo cielo-, derecho a los créditos para todos los españoles -pero, si esos los conceden los bancos, avemaríapurísima-, jornada laboral de 35 horas -no nos va a dar tiempo ni a tomar el bocadillo, jesúsjesús-, aumento de las pensiones y que suban los salarios -por ahí ya vamos entrando, amén-.

Lo peor de todo, saben ustedes, es que El Barredor nos va a ir a los desayunos. Que no va a ir, repetimos, a "Los Desayunos de la 1". Que ha vuelto a declinar otra invitación televisiva en directo. Que no descarta ir más adelante, pero, de momento, como que no quiere abusar. Que, vamos, que está hartito de chupar cámara.

El Barredor está harto de cámaras y de que le pregunten sobre su compañera, Tania Sánchez, que es de Izquierda Unida, y sobre sus andanzas, las de ella, por allá, por el sitio de Rivas Vaciamadrid -!vaya nombre, puff!-. Pues la contestación de El Barredor: "¿Por qué me preguntan a mí? ¿Por qué es mi compañera? Pues eso es machista". Anda, tú, pues habrá que preguntarle al vecino. Periodistas mal intencionados.